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Un juego del que no conoces las reglas. #7

  • Foto del escritor: Mellower Fanatic
    Mellower Fanatic
  • 6 sept 2018
  • 3 Min. de lectura

Todo iba bien,  mis manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón y mi respiración tranquila esta mañana hizó que pudiera disfrutar de la vista,  todo surgía en Cámara lenta,  hasta que recuerdo que no estoy solo.  

—¡Jungkook! ¿No piensas ayudarme con las compras? —reclama Taehyung detrás de mi,  con sus manos llenas cargando todas las bolsas llenas de ropa que compró, su enamoramiento por cada camisa o pantalón de la tienda nos dejó con varios paquetes por llevar.  

Me devuelvo y le ayudó con algunas.  

—Tienes una clara fascinación con las compras. —digo mientras cuento todas las bolsas que hay que llevar,  Taehyung se ríe. 

—Lo siento, pero no te pienso dejar una sola prenda de color negro.—responde cargando las demás.  

Tendré que llegar antes que el y esconder por lo menos un par de medias entre las almohadas.

Mientras me agachó para recoger las demás bolsas que el dejó en el suelo escucho mi nombre,  y al reconocer la voz que lo pronuncia la piel de mis brazos se eriza. 

Todo iba bien,  hasta que el destinó y sus incógnitas señales al azar deciden deshacer la sonrisa que comenzaba a curvar mi rostro.

—Jimin.—susurra mi voz inconsciente,  un pecado que mis labios pronunciaron al decir tu nombre tendré que cargarlo hasta la tumba. 

Me gustaría dormir la vida entera si el sueño me lleva dentro de un cristal donde nadie pueda verme,  lejos de estos encuentros que nada más entierran mi alma sin ningún motivo que los justifique. Esto es un mal sueño,  o más bien una pesadilla.  

Rompe mi corazón y arroja los pedazos al vacío infinito,  de interminable agonía y congoja melancolía. 

Oír mi nombre pronunciado desde su garganta es peor que una mala noticia, Taehyung a mi lado es mas rígido que una estatua,  nunca le he contado el por qué tome aquella desición que el revirtió luchando contra este pequeño puente que hay entre la vida y la muerte.  

Me volteo hacia Jimin cargando las bolsas,  pero tengo que tragar saliva con fuerza para no dejarlas caer de nuevo.  

—Hola Jimin.—digo mirando a su acompañante y sus manos entrelazadas. 

—¿Que haces por aquí?—pregunta sin soltar la mano de un chico pálido con cabello teñido de verde y lentes que no deja de mirarme. 

Pensé que Taehyung miraba a Jimin,  pero está mirando al chico a su lado.  

—Solo vinimos a comprar un poco de ropa. —respondo desinteresado en hablar otra vez con el. Ya de este falso que en su momento floreció no quiero saber más, sus promesas han roto en mil pedazos la historia que compartimos,  sus mentiras se hicieron un castillo de cartas que la verdad derrumbó sin ninguna dificultad.  

Cojo la mano de Taehyung y me despido de ambos. 

—Nosotros nos vamos. —Fingo sonreír,  aunque mis ojos demuestran lo contrario, muchas personas creen que si lloro es por que soy débil,  pero lo cierto es que lloro al saber que hacerlo polvo es ilegal; y por el momento solo quiero salir de éste lugar.  

Al pasar por un espejo veo el dolor palpable en toda mi alma,  parezco un fantasma.  Apareció de la nada la pesadez de volver a retroceder todo lo que había avanzado, y con solo apretar un botón, tuve que revivir el suplicio de una Crónica sin conclusión que cargo siempre sobre mi espalda.  

Como en una película que ya había vivido,  sin palabras estuvo mi voz,  en un baile de máscaras me escondí,  soy un juguete que da vueltas en los laberintos de este universo vestido.  

Estas cicatrices grabadas en piedra por fuego y espada no se borrarán nunca,  siempre volveré a recordar,  siempre volvera a evaporarse en nubes de humo cada ves que regrese el tiempo,  por más que siga corriendo.  

Quiero soldar como el hierro este espectro que mira a través del cristal; y caminar en medio de está oscuridad que rodeó mi cuerpo desde que pensé que no había salida a mis noches de tormento.  

¿Que hacía solo y perdido en este espacio lleno de astros que me ciegan con su brillo? 

Las riendas sueltas que tome en este agitado sendero que seguí por que creí sería feliz, sin razón hice está elección, ahora no hay Aurora para mis mañanas y no canta el ruiseñor.  

¿Alguna vez estuviste enamorado Jeon Jungkook?  

¿Tal y como lo dicen las sombras de los sueños que al día siguiente recuerdas? 

¿O fue solo una vaga ilusión que todo mortal vive,  confiando en lo esfimero que es el amor? 


 
 
 

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