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Epílogo

  • Foto del escritor: Mellower Fanatic
    Mellower Fanatic
  • 23 ene 2019
  • 16 Min. de lectura

Ya han pasado cuatro años, estoy sentado en medio de un parque donde el sol golpea mi cara y lo único que puedo hacer es escuchar el ruido a mi alrededor que trae paz a mi alma, el césped bajo mi cuerpo estirado calienta la tez de mi piel pálida haciendo que los besos del cielo sean suaves toques como si un pétalo los reemplazara, traigo ropa más ahora sólo es una frágil tela parecida al azúcar por que se deshace en cada palpitar. Tengo sombra, Jungkook sentado en una banca con su cabeza inclinada leyendo símbolos es mi mejor abrigo. Hemos llegando hace unos minutos para repasar sus canciones, desde su presentación en Seúl la televisora explotó pidiéndolo en distintas presentaciones. Como su gerente organizó lo que se supone es la agenda de su carrera como músico, lo único que hago es decirle que hora son para no llegar tarde. Ya con veintiuno conseguí un trabajo en una constructora de edificios donde necesitaban un buen arquitecto, como su salvación mis edificios están distribuidos por todo el distrito. Me dedicó a sentarme a planear toda una tarde y madrugada lo que serían excelentes centros comerciales o apartamentos, el resto lo dedicó a cuidar de que mi músico no termine queriendo lanzarse por un tercer piso ya que en última función ha tenido muchas presentaciones. Sigo llevando puesto el anillo en miedo anular, el mundo lo ve pero no me interesa lo que piensen, no he podido hacer que descanse como debería ser necesario, se la pasa metido en un estudio que tiene de grabación. Las últimas navidades hemos viajado y me perdí el cumpleaños de mi mamá. Pelemos por ello pero logre mandarle un regalo con Yoongi y Ray, incluso Jimin fue. —¿Cuanto tiempo más estaremos aquí? — pregunto cansado de estar acostado en la hierba durante quien sabe cuantas horas más. —Dame un segundo —Responde sin mirarme. —Eso dijiste hace una hora —reclamo viendo las nubes esponjosa pasar por mi cabeza. —Si pero ya casi acabo —. Contesta borrando y Escribiendo más notas. Sin responder resoplo decidiendo escuchar música. Los minutos pasan pero parece que avanzan igual que un Caracol. Recibo un correo de Hoseok. Despliego la barra desinteresado. "¿Cuando vendrás a Corea?" Veo el rostro de mi prometido con el entrecejo hecho una línea recta dudando de lo que era mi respuesta. "Este mes no creo" Llevamos dos semanas fuera, parece ser que Inglaterra era la última instancia pasajera que demoraría otra eternidad, amo apoyarlo en lo que lo hace feliz, pero solo me quedo viéndolo componer ya que la idea de explorar suena lejana. J-Hope manda una cara triste, le envió otra apagado la pantalla. —¡Listo! — manifiesta parándose sin dejar de ver su creación, hace su baile de victoria haciéndome reír. Se percata de mi risa ayudándome a levantar para acompañarlo en su victoria. —Se que esta vez me demore más pero quedó perfecta —; me entrega un mar de tinta negra. —No se leer composiciones. —Tienes razón, perdón—. Vuelve a hacerse con las páginas. —¿Y de que trata? —me hago el interesado y expertos en sonetos. —Pronto lo sabrás. —Hablando de eso ya debemos irnos—. Le señalo el reloj en su muñequera derecha. —Esta bien. Volvemos al hotel donde nos registramos, aprovecho para bañarme, la espalda me juega una mala racha por que empezar a dolerme. En el armario Jeon escoge su traje de noche listo para estar en 30 minutos presente en el Teatro Beyoncé. Todo gira como en un video musical. Dentro de mi cabeza suenan un listado de estéreos, agilizó las horas moviendo la cabeza en un ritmo invisible para quien ahora me vea. Terminamos corriendo por las calles de los castillos. Unas cuantas mariposas revolotean en mi estómago exaltando todo lo que cabe dentro. Le deseo suerte cuando esta por irse al camerino ubicándome en primera fila. Agito mi brazo tras verlo desaparecer. Las personas me saludan y yo trato de causar buena impresión a quien decida acercarse. Escucho las capturas sobre mi espalda aunque no es lo importante. Grabó cada presentación para luego mandárselas a Jin, Yoongi, Hoseok e incluso Jimin. Los violines suenan. Sus cuerdas vibran igual que las arpas. El piano se enciende. Cada nueva dicha es otro mundo. Hace que todo sea único para sus exportadores. Sinceramente no hay una presentación igual a otra. Por los países a quienes hemos ido o las presentaciones hechas en nuestros sueños natales han sido burbujas nuevas. Cada cabello hilado en un colorea a diestra y siniestra. Respiro controlando el asombro. Todos el la mesa miran encantados el escenario, pensar que antes era un chico solitario es inigualable. No se ve como alguien que hubiera fracasado en la vida, las heridas en sus huesos las eliminó con nuevas metas. Aplaudimos cuando la sinfonía acaba. Luego de todos salir el me abraza. Llega corriendo hasta donde estoy. —Te amo.—Susurra. Rodeó su cintura correspondiendo. —¿Podemos irnos ya? —Si, ya todo acabo,—toma mi mano derecha viendo el anillo — podemos hacerlo realidad. Sonrió besándolo. La alarma suena muy temprano, extiendo la mano fuera de la cama queriendo detener el sonido frustrante que solo me hace enterrar las la cara en la almohada. —Tae levántate —, escucho la voz de Jeon al otro lado de la habitación, con los ojos somnolientos lo veo empatando su ropa en una maleta gigante, también está empacado la que me corresponde. Llegamos muy tarde el día de ayer y solo quería dormir, reservamos dos vuelos con escala en tanto como pude logre colocarme la pijama. Sobándome los ojos salí por la puerta de recepción esperando llegará el taxi que nos dejaría en el aeropuerto. Las voces que anunciaban nuestro vuelo resonaron en cada bocina de la aerolínea, arrastrando los pies camine detrás de un chico con gorra negra y lentes oscuros. Nadie lograría reconocerme con el cabello en los ojos. Dormí lo que quedaba del viaje hasta el trasbordo, sacudía mi hombro a cada momento pero yo estaba ocupado soñando con gatos. Pisaban mi cara con más insistencia, trate de quitarme el insecto que perforaba mis pómulos con sus tenazas cuando a Jeon no le dio otra opción que sacudirme con violencia. Exaltado abrí los ojos encontrándome los suyos. —Ya llegamos. —Si—murmure mas para mi que para él. Bajamos con un nuevo clima, hacia más calor. —Iré por las maletas, quédate aquí—; se dirigió a abordaje de implementos. Veía como con los brazos sobre el pecho trataba de parecer imponente en tanto aguardaba las maletas del equipaje. Quería beber algo ya que había despertando sintiendo la garganta seca. Visualice una máquina expendedora con agua dentro, saque unas monedas de mi bolsillo para introducirla, en tanto esperaba por la bebida note un perfil familiar. Un chico mayor traían una maleta al hombro mientras buscaba con desespero algo especifico; estábamos aún lejos de estar cerca a Asia pero solo unos cuantos Kilómetros nos separaban. Deje mi interés cuando sonó el ruido seco que hizo la botella al caer. Tomamos el siguiente vuelo definitivo una vez las maletas volvieron a estar con nosotros. Más despierto disfrute el viaje admirando el océano, Jungkook leía una revista de Deportes. El chico de instantes anteriores volvió a aparecer, cuando la azafata se detuvo en nuestro asientos para ofrecernos su carrito de comida el se acercó. Pregunto algo rápido y luego se retiro, sabia que de algún lado lo identificaba; mi Cabeza seguía distorsionada por el cambio de horario. Decidí hacer a un lado el chico misteriosos avisándole a mi mejor amigo de que estaba viajando para allá. Chatee unas horas más hasta aterrizar. Lo bueno es que no tendría que ir a comprar vestido, la novia de mi hermano estaba más que emocionada por la Boda. Tan solo de poner un pie en el aeropuerto cayeron miles de Rosas como una alfombra, el joven misteriosos salió del avión hablando por teléfono, se oía muy molesto, llegó el punto de gritar, se sujeto la cabeza inclinándose hasta tocar el suelo; camino fuera, se subió a un taxi y desapareció. Las maletas fue fácil, el piano que venía en camino fue todo un desafío. Los chicos estaban ocupados, no pudieron ir por nosotros más quede de verlos más tarde. Nos encaminamos en lograr mover los kilos de tonelada que pensaba el gran tesoro de mi prometido. Llamaron a un camión para llevarlo hasta la casa, de una vez pudimos ir en el para ahorrar dinero en pasajes. Las llaves estaba al fondo de la maleta, Agradecimos a los hombres que se ofrecieron a ayudarnos. Dejamos todo en su lugar, respire aire fresco cuando logre sentarme en uno de los muebles. —Al fin en casa — me deja caer cerrando los ojos. —Tengo hambre. Su estómago rechino. —Sube las maletas, yo haré algo rápido —.e puse los guantes de plástico preparado para un plato perspicaz. —Huuuu, — tome jugó de mora para pasar el arroz — Hoseok vendrá más tarde, le envié un mensaje cuando veníamos llegando. Jeon asintió terminado un cucharada de sopa que tenía a medio camino. Lave los platos escuchando un timbre sonar. Sabía que era el, deje todo en su sitio cuando una melena verde apareció en la puerta, sin previo aviso me abrazo. —Tae, que bueno ya llegaron — Era Yoongi, hizo que mis costillas se contrajeran. —Al fin se dejan ver —Se oyeron pequeñas voces detrás de el. Dos niñas de doce años me abrazaron, ya no llevaba a mis piernas, con comodidad pude devolverles la sorpresa. La casa se lleno de saludos. Hoseok entró con una gran sonrisa llegando a alzarme del suelo por su abrazo. —Me alegra que este aquí —Saludo a Jeon. —Fue un viaje agotador. —Si, pero todo tiene un precio —Los invite a pasar. Querían todos los detalles de los meses que estuvimos lejos, quien más habló fue mi bello músico. Los comentarios de las niñas sacan sonrisas cada segundo. Cristy se quejaba por que yo si tenía un anillo y su hermana aún no. —¿Cuando le darás un anillo Yoongi? El pobre le decía pronto pero eso era improbable. Al fin nos casaríamos. Unos insistentes golpes alertaron a Nam que estaba junto a la señora Kim ayudándole a preparar la comida para la familia que había salido pero luego de unas horas no demorarían en llegar, Hoseok había salido horas antes, la fuerza con que hacían impacto en la puerta provoco que alguien de los dos fuera a verificar de quien se trataba. Mike Pence salió de su casa dispuesto a hablar con su hermano. Escucho el Consejo de J en darle espacio, no había querido regresar pero tampoco explicó el motivo de haberlo hecho. Sin decirle nada a sus padres se colocó como meta regresar con el. Sin fijarse en nada más compró un vuelo que estaba por salir sin importarle no tener algún grupo de turista para no perderse; en el primer trasbordo no estaba seguro de a donde había ido a parar, tomó el segundo y llegó a su destino. Luego de confirmada la dirección con muchas dificultades en el habla llegó a donde se escondía su hermano. Para su fortuna era el quien abrió la puerta. —¿Me puedes explicar por que no has regresado? — fue lo primero que salió de sus labios rencorosos, no le perdonaba el hecho de ver a su madre llorar por que tampoco una llamaba fue dirigía a ellos. Nam Blanqueo los ojos. —Vete de aquí —estaba por cerrar la puerta pero Mike colocó un pie dentro limpiándolo. —No me iré hasta que ve digas el motivo del por que insistes en quedarte cuando ya no tienes que hacer aquí. Sus ojos escupían fuego. Había soportado mucho como para también ese tipo de paga a todo lo pasado. —El intercambio acabo hace 4 años, debías haberte ido hace tiempo, ¿Porque sigues aquí? Nam recordó la discusión de sus padres cuando a escondidas oyó que era adoptado, por ese motivo pidió intercambio, la oportunidad se dio y sin explicar nada se fue. Logró despegar su mente ese tiempo que lo bueno duro, ahora que todo fue concluido no pensaba volver y que todo solo lo viera como el chico de intercambio en ella familia; por que no pertenecía. No quería hablar con el. Fue parte de todo. Pensaban en decirle pero tuvo que descubrir por su propio pie que así era su realidad, nadie pensaba decirle algo al respecto, eso lo enfurecía, quería decirle la razón, todo lo que sufrió en silencio sabiendo ahora que todo esos años fueron mentira, no era su niño especial como de seguro le hicieron creer. Todo empeoraba. Mike cogió sus hombros exigiendo una respuesta, pero le dolía mucho. —Por favor vete —Exhalo como último aliento. —No. —Mike vete. —Dije no. Estaba decidido a quedarse ahí parado si era necesario. La señora Jung apareció en la puerta, le pidió a Mike que salieran un momento. Nam se vio entre la espada y la pared. Corrió lejos sin atender a los gritos de quien se suponía era su hermano. Su teléfono vibró pero no contestó, en su lugar lo lanzo lejos provocando que se estrellara con el cemento de la carretera, unos autos le pasaron encima desintegrando las piezas. Sin saber por que o de quien huía siguió escapando de la verdad. Estaba ahogándose por no respirar bien más ignoro su cuerpo, vio su posibilidad de huir a mayor velocidad. El pánico se apoderó de si mismo obligándolo a hacer algo que no quería, el pasado lo atentaba. Una puerta piloto de un auto estaba abierta, el dueño firmaba unos papeles en el capo e incluso las llaves estaba pegadas al motor; sin pesar Namjoon se introdujo cerrando la puerta de golpe alertando al conductor. —¡¿Que crees que haces?! ¡Sal ahora mismo! — golpeo el cristal de la ventanilla. —¡Necesito su auto!—Nam arrancó a toda velocidad saltando por los trueques del suelo golpeando el inferior del vehículo. Un oficial de tránsito vio el desastre alertando a las sirenas. Eso puso en más líos interiores al joven. Aceleró adentrándose más por una carretera, paso por el hospital, siguió unas cuadras llegando a un cruce, le pareció buena idea doblar el volante sin detenerse. Un hombre que pasaba corriendo junto a un par de flores en su manos se estrelló con el cristal quedando inconsciente. La sirena sonó y Nam en lugar de bajarse solo aceleró. Quien sea quedó tendido en el suelo, un círculo de personas se formó a su alrededor. Un cuerpo llegó corriendo hasta donde yacía el sujeto inmóvil, se arrodilló tomando las flores en sus manos manchadas de sangre, un lago rojo se formó entorno al sujeto. Su rostro identificaba a la perfección quien había sido arrollado por un temor. Sobre el mesón donde estaba las fotos de mi madre, Jungkook y yo había una flor, un Narciso. —Ahora esta marchita — toque su superficie árida como las ligas, el color café reemplazo el blanco y morado que combinaban con cada simetría. —Podemos comprar más —; se acercó Jeon más en esta temporada no lograban conseguirse ese tipo de flores. —Será para siguiente estación por que ahora no es posible encontrarlas —Intervino mi mejor amigo. —De pronto aún quedan en la florería que hay a solo unas calles más abajo, ¿Por que no vamos a ver? — volvió a hablar. —Ustedes quédense aquí, yo las traeré. —Mejor no, iré la otra temporada. —No me cuesta nada Tae, volveré en un momento —; salió llevándose la flor para votarla. —Jin viene en camino — informo Yoongi con el celular en las manos. —Preparare un Té, le gusta mucho —me dirigí a la cocina con Cristy que quería saber más de los narcisos. —¿No son amarillos? — se sentó en una Banca cerca y comenzó a hablar sobre todo lo que su maestra de Biología le había explicado acerca de esa planta. —Si pero esta es otra clase de Narciso, se dan en temporadas frías ya que son el resultado de un injerto, me gustan mucho por sus flores blancas. El amarillo queda como una segunda capa. —Entonces dices que es una mutación. —Parecido. —Si es verano no habrán. —Por eso Jungkook fue averiguar. —Vale. ¿De que sabor harás el Té? —Cerezo. —Rico. —A Jin le gusta ese sabor, así que lo hago por que viene en camino. —¿No te da miedo perder el anillo? —No, queda perfecto en mi anular por lo que no se mueve fácilmente, caerse sería un reto. —¿Te gusta tu anillo? —Mucho. —¿Amas al músico? —Si. —¿Crees que mi hermana se casa con el chico guapo? Mire a Suga. —Algún día. —¿Eso quiere decir que si? —Todo d posible —me senté a su lado cuando puse la olla en la estufa. —Será una boda muy linda. —¿Te gusta alguien de la escuela? — apoye una mano en mi mentón. Ella jugó con su cabello. —Si, se llama Oliver. —Es un nombre particular, ¿Ya no te gusta Naranja? —¿Como sabes eso? —Boom me lo dijo. Cristy la miro. —¡Boom, ¿Por que le dices a todos que me gustaba Naranja?! — se bajo dispuesta a impartir justicia. La pequeña reía cubriéndose con el cuerpo de Yoongi pero hasta no corres por toda la casa no dejaron de soltar carcajadas. Sus mejillas se encendieron cuando mencione a mi amigo, Naranja fue todo para ella, ahora que había crecido sus interés cambiaron. Mi teléfono móvil sonó de repente. Sin fijarme en quien era conteste mirando la escena que tenía en la Sala. Cristy lanzaba los cojines de los sillones pero Boom era más rápida. —Tae... —escuche la voz de Jin al otro lado de la línea. —Hola Jin, J-Hope dijo que vendrías, ¿Ya llegaste? —Se trata de Jungkook, —mi corazón se detuvo. —¿Que pasa con él? —Ha sido atropellado. Mi cuerpo colapsa, las risas cesan cuando el teléfono cae al suelo provocando un eco aturdidor. Yoongi se acerca a donde estoy hiperventilando llamándome de forma insistente, ya no escucho nada; lo único en mi cabeza son esas palabras “Ha sido atropellado" "Ha sido atropellado". —Jungkook —dijo en un susurro para luego desmayarme, mis ojos se cierran y mi corazón deja de palpitar. Hoseok ve el teléfono en el suelo, lo recoge con rapidez hablándole al intercomunicador mientras Yoongi trata de que Tae despierte. —¿Quien habla? —Soy Jin. —¿Que sucedió? Kim acaba de desmayarse. —Jungkook ha sido atropellado. Un signo de exclamación sale de sus labios. —No puede ser, ¿Donde estas? —Cerca a un florería que hay calles más abajo, pensé que comprarle algo a Tae por su regreso y fue cuando un choque resonó haciendo estar alerta, unas ruedas patinaron quemando el cemento, dejo sus huellas cuando al salir de la tienda veo a un hombre en el suelo y el responsable solo siguió conduciendo. —Llama una ambulancia. —Eso he hecho, su pulso es muy débil. —¡Iremos a un hospital ahora mismo, Tae no reacciona! — habló Suga cargando el cuerpo de su hermano inconsciente fuera de la casa. —Nosotros vamos al hospital ahora mismo, Tae no reacciona. — puso al tanto a Jin. —La ambulancia llego, los veré ahí —colgó. Todos corrían tratando de hacerle frente al tiempo, en esos momentos era vista cada segundos, Yoongi al llegar entró corriendo avisándole a una enfermera sobre lo que estaba sucediendo, dos camillas salieron al tiempo; una ambulancia llegó. Hoseok vio como el cuerpo de Jungkook totalmente ensangrentado era ingresa igual que Taehyung. Jin llegó después en su auto. Cristy y boom se quedaron dentro del vehículo. Reprimían el deseo de llorar por su amigo que no despertaba. Solo quería llevarle flores a su prometido y los dos terminaron en una sala clínica. Se agarraron de las manos esperando que los dos jóvenes reaccionarán. Yoongi se queda toda la noche, Su novia regreso junto a Cristy. Jin se quedó en la casa de los prometidos ya que ninguno pensaba irse hasta tener noticias. Hoseok llevó a Boom para su casa, mientras conducía no podía dejar de pensar, si tan solo le hubiera hecho caso cuando le dijo que se quedará. Las flores saldrían en próxima temporada, podían esperar. —Jungkook traía flores en sus manos — habló Jin con la voz ahogada en llanto. Hoseok abrió sus ojos tomándolo por los hombros con brusquedad. —¿Narcisos? —Si, al parecer eran los últimos que quedaban. Las lágrimas aparecieron. —Su mano no se desprendió de ellas hasta el impacto, estaban salpicadas de sangre pero lo máximo que salieron volando fueron dos centímetros. Después de todo si lo valían. Los médicos en ambos quirófanos luchaban por traer a la vida a esos pacientes que todavía tenía mucho que darle al mundo. —¡Despejen! — puso en el pecho de Tae un desfibrilador para accionar su corazón. Las palabras del médico llegaron a la cabeza de Yoongi quien esperaba con impaciencia que todo saliera bien. —Pero, sigo sin entender, ¿No me dijeron precisamente que estas cirugías eran para reducir los golpes que el cáncer atestada contra su sangre? La señora Kim estaba desesperada por como su hijo moría en una de las salas que estaba internado. —Umm.... —De la frente del chico resbaló una gota de sudor —, Escuche, justo ahora estamos haciendo todo lo posible para lograr eso que usted me esta diciendo, pero el cáncer de su hijo evolucionó demasiado rápido... En estos casos temo que la enfermedad se paralice por un tiempo y luego explote. ¿Ahora sería cuando esa profecía se haría realidad? La enfermedad le hizo creer a todos que había sido eliminaba pero solo se mantuvo oculta, ¿Y ahora era cuando de nuevo volví a sus vidas? ¿Tae sabia algo? La simple Idea ponía los vellos de su cuerpo alerta. ¿Y si no se salvaba? Yoongi cerro los ojos suplicando. Jungkook no despertaba, sus costillas estaban rotas, el impacto chocó con su cadera y provocando que órganos importantes fueran perforados. El monito que estaba conectado a su corazón comenzó a enloquecer. Le colocaron una máscara de oxígeno pero cualquier indicio de que respirara fue disminuyendo. Si es verdad que cuando mueres ves una luz al final del túnel, lo que Jeon vio fue la mañana de su boda, despertó con una sonrisa en sus labios por lo que estaba en progreso. Los chicos entraron a su habitación felicitándolo. Al ser la hora de la verdad salió al pario de un hermoso jardín decorado, las mesas llevaban narcisos blancos, y el arco triunfal donde dirían sus votos también estaba lleno de flores pastel. Todos estaba ahí. Sus padres, los padres de Tae, amigos, vecinos. Las hermosas Cristy y boom entraron con sus vestidos color crema mientras en el caminos depositaban un camino de Rosas Rojas. Y luego entró él. Tae llevaba un traje negro que en perfecta sincronía con sus ojos brillantes provocó que lo demás no existiera, solo ellos dos a punto de jugarse amor eternos. Los dos sabían que los poco metros que le faltaba al novio para llegar, sería compensados con una vida plena donde nunca se separarían. La ceremonia empezó. —Jeon Jungkook, ¿Estas dispuesto a tomar como esposo a Kim Taehyung, estar con el en las buenas y en las malas, amarlo, respetarlo, estar junto hasta que la muerte los separe? —Aceptó. —Kim Taehyung, ¿Estas dispuesto a tomar como esposo a Jeon Jungkook, estar con el en las buenas y en las malas, amarlo, respetarlo, estar juntos hasta que la muerte los separe? —Aceptó. El monitor mostro una línea recta. Sus latidos dejaron de sonar. Tae tampoco despertó. A media noche el teléfono de la casa de Hoseok sonó, el teléfono de la casa donde Jin estaba dormido también sonó, el doctor salió a la Sala de espera, nombró a los pacientes y Yoongi se levantó con rapidez esperando oír buenas noticias, lo único que oyó fue. —Lo siento mucho. El cementerio es un lugar donde a nadie le gusta ir, sus tumbas guardan toda una historia abandonada, quienes yacen ahí un día quisieron volar alto. La señora Kim tuvo una oleada de depresión, su esposo preocupado se acercó a donde estaba tejiendo. —Sentí una puntada en mi corazón. Sabía que algo pasaba con Tae. —Algo le sucedió a Taehyung— alarmada llamo a su hijo, nadie respondió, llamo a Yoongi. El haberlo hecho les trajo suplicio infinito. Con sus trajes negros acompaños de abandono enterraron los cuadros de madera. Todos se habían ido, el momento de dejarlos descansar en paz término. Yoongi no quería cobrar venganza. El fugitivo Nam nunca apareció, el auto con aún rastros de sangre fue encontrado a las afueras de la ciudad completamente solo, su conductor no dejó rastro. —Siempre me dijo que se lamentaba el hecho de no poder hacer nada cuando me fui. Hoseok estaba viendo el nombre de su amigo escrito en una lápida gris mientras sin importar que dijera Jin lograba alentarlo. —Yo debí haber luchado, debí haberme quedado. —No puedes regresar el tiempo. —Cada paso que daremos hoy sin el nos alejara más, —se inclinó sobre la inscripción derramando gotas de lluvia desde sus párpados, ya nada haría que su amigo volviera, al lado estaba el nombre de quien el músico más joven de Corea, su se oye en cada rincón. —Boom aprendió a tocar piano, toca tus canciones cada noche. — hablaba solo con el dolor. —¿Sabes lo que digo Tae cuando luego de saber de su compromiso nos quedamos hasta tarde hablando en su Sala? — se erigió viendo a Seok con los ojos inyectado en sangre. —Dijo: "Si el cielo existe, Dios , ¿Seria lo suficientemente amable para dejarnos estar juntos? " "En el principio el creador los hizo hombre y mujer" —Mateo 19:4— 


 
 
 

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