Por un Soneto #12
- Mellower Fanatic

- 12 sept 2018
- 7 Min. de lectura
Jungkook sentado frente a un piano, en sus años donde la música se extendía por su cuerpo, coloreado el aire de suspiros y aplausos, un joven de cabello castaño lo observaba con admiración, siempre estaba en primera fila descifrando la tonalidad de sus acordes.
—Todas sus canciónes son obra de arte ¿No lo creen? —susurraba sin dejar de mirar la presentación.
—A pesar de su corta edad tiene un gran talento. —declaró su hermano.
—Es verdad, nunca hemos faltado a ninguna de sus presentaciones. —opinó su mejor amigo.
—Y como no, si se nos ocurre faltar a una, este señor de aquí nos mata.— digo su hermano apuntando al joven maravillado con el compositor.
El chico pálido le pego en el hombro hanciendo reír a sus acompañantes todavía más.
—Basta Hyung, tu sabes que amo sus canciones, así que mientras el siga tocando, yo seguiré asistiendo a cada una de sus presentaciones en el escenario. —Se defendió alzando una ceja.
La función término y fue el primero en levantarse para aplaudir, Jeon Jung Kook hizó una venía y desapareció cuando el telón bajo escondiendo entre la sombras su adorado piano.
—Tal y como dije, fue hermoso. —suspiro enamorado del músico.
"Tu cuerpo es adictivo, mis sienes ya no piensan, han dejado de lado la claridad de sus pensamientos desde que te vió a lo lejos sacudiendo mis penumbras con tus palabras llenas de afecto, han embriagado sus laureles con dulce miel, edulzo su corazón, fue el nacimiento del amor"
Los cometas en el cielo, ante tu presencia se alteran, la música de tu arte es vida que los denigra.
Aunque por ahora sólo lo viera sentado entre millones de espectadores, existía la posibilidad de darse un nombre entre el mundo de su fama.
Todos comenzaron a salir del Auditorio, pero el chico de apenas 12 años seguía viendo el escenario, disfrutando de la armonía que aún resonaba en el aire de su memoria y oídos aunque nadie tocará.
—¡Hey Tae! ¿Te quedaras toda la noche ahí parado, o vendrás con nosotros?—gritó su mejor amigo J-Hope.
El llamado de cuyo nombre sabemos es Kim Taehyung, parpadeo volviendo en si, despertando de su ensoñación.
—¡Voy! —respondió saliendo a correr en su dirección.
—Siempre es lo mismo Tae. —le reclamó su hermano cuando este ya había llegado a su lado.
—Perdón Hyung. —Se disculpó
J-Hope interrumpió la discusión que sabía se iba a formar.
—Ya olvidalo Suga, mejor vamos a comer, ¡Tengo hambre!
Los tres asintieron y cruzaron la calle.
Ya en el restaurante, los chicos se acomodaron en sus lugares, y ordenaron después de ver el menú.
—Tae, ¿Piensas quedarte toda la vida detrás del escenario? —Pregunto J-Hope con la boca abierta.
—Almenos mastica. —Suga le tendió un vaso de agua.
—Gracias.—digo al tiempo que comenzaba a tomar un poco para pasar el gran bocado de hamburguesa que había mordido.
Tae lo miro interrogativo.
—¿Detras del escenario? ¿A que te refieres?
—Quiero decir que, ¿hasta cuando le dirás que eres un gran admirador? Podrías después de una de sus presentaciones decirle que eres su fan #1.—aclaro alzando ambas manos con el dedo índice.
Taehyung apenas lo miro hizó una mueca, para el la música de Jungkook era algo más que simples notas en un papel, le debía mucho a sus canciónes.
J-Hope al ver que Tae no respondía, se terminó el vaso de agua y llamó a Suga.
—Suga Hyung.
El chico pálido con cabello teñido de verde y gafas alzó los ojos de su teléfono para escucharlo.
—¿Me prestas tu teléfono un momento? —preguntó para después pararse de su asiento y arrebatarselo sin permiso.
—Claro —respondió rodando los ojos.
Taehyung veía a su amigo teclear con rapidez muy concentrado, así que siguió comiendo cuando un golpe sobre la mesa lo detuvo.
—¡Aqui está! —gritó haciendo resonar su puño cerca a su hamburguesa por todo el local, las personas, e incluso algunos meseros se quedaron viendo a ese chico con cabello naranja que parecía loco.
J-Hope no les prestó atención, en cambio se inclino sobre la comida hacia donde estaba Taehyung y le acercó el teléfono a la cara señalando un artículo.
—Aquí dice, que el músico Jeon Jung Kook dará una firma de autógrafos el día viernes 16 de mayo, en la tarde, ¡Asi que es tu oportunidad para conocerlo cara a cara y mostrarle tu afecto por su música y persona!...
...Te llevaremos con Suga Hyung hasta el Teatro Kretschmer que es donde hara su aparición, te esperaremos en el carro mientras tu hablas con el, le diremos a tu madre que iremos a mi casa, volveremos temprano, nadie se dará cuenta; y tu tendrás un recuerdo de ese gran chico que tanto admiras ¡Es perfecto! — gritó juntando las Palmas.
Todas en el lugar quedamos en silencio esperando su proximo movimiento, hasta que un mesero se acercó.
—Chicos, les pedimos por favor que bajen la voz. —digo mirando a J-Hope específicamente, aunque el mensaje decía CHICOS, todos sabíamos que la nota iba dirigida a ese escandaloso adolescente de cabello naranja, que no había dejado de gritar desde que llegó.
—Si claro, una disculpa.
J-Hope se volvió a sentar en su puesto en lo que el mesero se iba, pero una vez entró en la cocina, volvió a inclinarse sobre Taehyung.
—Olvidas un detalle genio. —Interrumpió Suga antes de que comenzará a hablar otra vez.
J-Hope lo miro sin volver a su asiento.
—Taehyung pasa la mayor parte de sus días en el hospital, ¿Como esperas sacarlo de ahí sin que el personal se de cuenta?—El peli naranja hizo una gran "O" Con su boca.
—Cierto, olvide por completo ese detalle, lo siento Tae.
Taehyung cogió el teléfono de las manos de J-Hope y vio una foto de Jungkook, en ese momento una gota de sangre cayó sobre el rostro del compositor, los chicos alzaron la vista de sus comidas y vieron a Taehyung tratando de evitar que cayera más sangre sobre la pantalla.
Suga fue rápido y revisó su maletín.
—Ten.—le entregó un pañuelo que traía en el botiquín junto a uno pañito para que se limpiará, siempre estaba preparado cuando salía con su hermano menor, debía asegurarse de cuidarlo bien para que no se alterara su enfermedad.
Taehyung recibió el pañuelo y presionó con fuerza sobre sus fosas nasales que no dejaban de sangrar.
—Será mejor irnos. —Propuso J-Hope levantándose de su lugar para ir a pagar por la comida.
El reloj de mano de Suga comenzó a sonar.
—Es hora de que te tomes la medicina. —Saco de su maleta tres pastillas azules junto a una botella de agua y se las pasó a su hermano.
—El doctor nos dio permiso de salir hoy, pero mañana tendrás que regresar al hospital. —digo mientras veía a Taehyung tomarse las pastillas de un sorbo, tomó un poco más de agua y habló.
—Lo se, igual que un calendario, las fechas están en mi piel así que no temas que lo olvide, lo llevó en mi consciencia, es mi salud.
J-Hope salió del restaurante y los tres caminaron por la calle en dirección hacia la casa de Taehyung. Fuera del hospital o el Auditorio donde Jungkook tocaba, era el único lugar donde podían ir.
A la mañana siguiente, tal y como Suga había dicho, Tae regresó al hospital.
El tratamiento no había acabado con la sonrisa del chico de corta edad que parecía vivir entre cuatro pálidas paredes mientras veía como la vida pasaba de él.
Las estaciones seguían sin que hubiera forma de verlas más cerca, no podía disfrutar de su nieve, sol, hojas, ni lo que se le pareciera.
—¿Que tal estuvo la presentación? —La señora Kim trataba de acercarse a su hijo lo más que éste le permitía, pues aunque siempre sonreía, había mañanas donde el reflejo de sus ojos se apagaba por horas.
Su mundo desaparecía e igual que en una burbuja, su hijo era absorbido y nadie lograba deshacer ese orbe que el mismo se imaginaba.
Kim Taehyung fue diagnosticado con Leucemia a los 9 años, desde entonces su alma se había esfumado, veía a los otros niños correr por el jardín del hospital, seguramente hijos de las enfermeras y doctores que lo atendían, pero el no podía perseguirlos o jugar con ellos, solo podía quedarse quieto mirando el cielo y su firmante tan bello, asomarse por su ventana y saludarlo, para volverse a esconder, mientras pasaba horas sentado en una máquina que muchos decían que lo "Sanaria* Pero los años seguían y el aún no lograba vencer el cáncer de sangre que lo había atrapado y cada día recordaba que estaba enfermo.
Había perdido todo su cabello aunque ahora le había crecido un poco, el aire de sus pulmones era escaso, los doctores también le había diagnosticado asma aunque no Crónica, solo era ligera y no le molestaba, por el momento solo quería dejar se verse en esa habitación.
Prefería pasar el tiempo leyendo Comics o Mangas que su madre le compraba, hasta que un día, mientras veía videos en su tablet, un video en particular le llamó la atención. El título decía “Jeon Jung Kook, el músico más joven de la historia"
Quizo ver de que se traba así que abrió el enlace.
Kim Taehyung vio a un niño de su misma edad sentado frente a un piano enorme interpretando una melodía de Bethoveen a la perfección.
El chico luego de haber tocado fue entrevistado por una joven presentadora que no dejaba de aludirlo por su talento siendo tan joven.
—¿Como es qué llegaste hasta aquí Jungkook? ¿Que te llevó a tocar piano? —le preguntó.
—Nunca sabrás cuando ni como tus sueños se harán realidad, solo debes creer que son posibles y bastará, al final veras como todo el mundo se dara cuenta de tu grandeza y también querrán luchar, para mi el mejor de los regalos sería ver que alguien en este momento se da cuenta de que también puede hacer verdad ésto que digo.
Esa frase hizó en Taehyung un gran hoyo por llenar, ese vacío que formó le dió a ver que si luchaba contra ese cáncer, sería posible algún día ver a Jeon Jungkook tocar solo para el.










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