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1.119 #15

  • Foto del escritor: Mellower Fanatic
    Mellower Fanatic
  • 17 sept 2018
  • 6 Min. de lectura

Jungkook se levanta con la voz ahogada en un grito, soño con una carta que Taehyung le entregaba y hablaba sobre volver a tocar el piano, esclavizado por la densa oscuridad de la noche no lograba recordar nada de su experiencia mientras dormía, el sudor corre por su frente y un frío le recorre la espina dorsal, ve el reloj del despertador que esta encima de la mesa al lado de su cama.

7:40 Am.  

Respira con dificultad aunque ya logra inhalar hondo el oxígeno del aire, innumerables miedos poseían su cuerpo y no lograba moverse.  

Tengo a mi mente dando cuentas en vacías promesas que dictó, falsas alarmas que mi mente implora, pero que yo no logró cumplir.   

Hay miles de razones para ya no temer, sin embargo mi coraje y valentía se han ido.  

Tan claro como la luz del Sol, veo fotografías en mi mente vendidas al postor de mis presagios, veo mis sonrisas ser pañuelos llenos de sangre, se han hecho estatuas de sal que el calor de éste pasado derritió. ¿Hasta cuando?  

¿Por que sigo recordandolos con dolor?  

Veo el reflejo de mi cuerpo cada día pálido y frío como la muerte misma.  

Una fuerza sobre-humana se apodera del cuerpo de Jungkook y logra levantarse de la cama.  

Recordar a Jimin de nuevo hace que el enojo dentro de su pecho aumente.  

—¡Debo olvidarte Park Jimin! —grita escuchando voces en su cabeza.  

"Nunca podrás olvidarme Jungkook" 

"No te engañes más" 

"Estarán juntos hasta la tumba, ya no tienen Unido su cuerpo pero si el alma" 

"¿Acaso olvidas lo que hizó por tí?"

Jungkook llega tambaleándose hasta el baño y rápidamente se hecha agua en la cara, alza la vista y ve su rostro en el espejo.

—Debo olvidarte Jimin. —susurra a su reflejo.—Puede que tengas razón, esto se acabó, pero el gracial de un día sin tí no me deja pensar con claridad. —Sus ojos no brillaban, ni siquiera para el ¿Cuando podría ser él mismo otra vez?  

Son tantos los problemas que en su espalda lleva, que ya no sabe cómo liberarse de ellos.  

Su mente lo culpa por no haber estado con su madre antes de morir, y la muerte de su padre días después.

Había sido un accidente automovilístico mientras lo buscaba desesperadamente luego de haber desaparecido tras su última presentación compuesta para su madre.  

Dos días después de la Muerte de la Señora Jeon. 

Jungkook había tocado la canción compuesta para su madre luego de quemar sus restos y haber exparcido las cenizas. El dinero de sus canciones y presentaciones Jungkook los había usado para el funeral. 

Después de ese día en que los aplausos solo le hicieron recordar que a cambio de unos signos de ovación había dejado a su madre morir sola, y aunque sus padres no le habían dicho nada, el debió de haberse dado cuenta si es que era un buen hijo.  

¿Pero como se iba a dar cuenta?  

Sin siempre estaba componiendo.  

Jungkook espero a que el telón bajará, vio a su adorado piano por última vez y salió por la puerta de emergencia, cuando su padre fue a buscarlo, ya no estaba.  

Jungkook vagaba por las calles desde hacía 7 días, fue a la casa por ropa y dinero, no andaría con su traje de la presentación por las calles de Seúl.  

Lo único que hacía era pensar en la muerte de su madre, solo pensaba en el precio que había pagado al elegir la música por encima de su familia.  

Su teléfono comenzó a vibrar en el bolsillo trasero de su pantalón.  

*Jiminie Hyung* 

No quería contestar, así que colgó la llamada, desde que se había ido su teléfono no dejaba de sonar, su padre y Jimin le marcaban constantemente. 

Vio el panel de notificaciones:  

36 llamadas pérdidas. 

3 mensajes de voz.

Aunque le causaba curiosidad decidió apagar el teléfono.  

Siguió caminado por los laberintos que la capital tenía preparados para el, solo puso un pie delante del otro cuando una voz lo detuvo.  

—¡Jungkook! —"Esa voz, conocía esa voz"

 Alguien se acercó corriendo hasta donde se encontraba y sujeto con fuerza el suéter que llevaba puesto hasta hacerlo voltear quedando frente a él o Ella.  

Al ver con atención de quien era, se dio cuenta de que era un él.  

Ahí estaba Jimin, respiraba con dificultad, sus mejillas estaban mojadas, sus ojos estaba rojos y su boca estaba entreabierta tomando todo el aire que su pequeño cuerpo le permitía, su pecho subía y bajaba con cada respiración, pero sus ojos no parecían felices de verle.  

—Jimin.—La voz de Jungkook era un susurro, el chico que lo miraba no sólo estaba feliz dentro de si al haber encontrado a su novio, sino que además esté no le había respondido las llamadas. 

Sin pensarlo le dio una cachetada, Jungkook se sobo la mejilla ahora marcada con los dedos de Jimin mientras lo miraba son desconcierto. 

Iba a reclamarle el golpe pero Jimin le dio otro.  

—Ni se te ocurra decirme algo por que te doy otro, ¡Es el colmo Jeon Jung Kook! ¿Por que no me respondes los mensajes? ¿No sabes lo preocupado que estaba?  

¡Te he buscado por todas partes! —Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas que el retenía y limpiaba con brusquedad para poder seguir viendo al inconsiente que lo había dejado con el corazón latiendo a mil desde que después de la presentación el señor Jeon llegará corriendo diciendo que Jungkook no aparecía por ningún lado.  

No pensó en ese momento otra cosa que poner a todo el personal a buscar por todo el Teatro y los camerinos.  

Jungkook dió un paso hacía el, pero Jimin se apartó.  

—No te me acerques, después hablaremos tu y yo, ahora tenemos que irnos. —digo apresuradamente atropellando las palabras en su voz.  

Jungkook se atrevió a preguntar. 

—¿Por que?  

Jimin no lo quiso mirar, al final levanto la vista hacía el.  

—Tu padre ha tenido un accidente de auto.  

—Jimin ¿Has encontrado rastros de Jungkook?  

—No señor Jeon, estoy buscando entre la calle 99, pero no logró dar con el.  

—Ya han pasado 7 días y la policía no me dice nada de la investigación, por favor sigue buscando. —la desesperada voz del señor Jeon se oía cansada, acababa de morir su esposa y ahora su hijo andaba desaparecido.  

—No voy a dejar de buscar hasta que el sol se esconda, se lo prometo.  

—Gracias.—Una leve sonrisa curvo los labios del padre.  

Jimin y el señor Jeon buscaban sin parar, el chico andava a pie por la calle fijándose en los rostro que a su lado pasaban.

El jóven padre en su auto iba por las calles de todo Seúl mirando a los trausentes que se acercaban a el pidiendo limosnas.  

Ambos iban con el celular dándose indicaciones cada segundo que pasaba sobre alguna pista que encontraban, hasta que un semáforo en rojo que el conductor de un camión se paso no le permitió al señor Jeon seguir buscándo a su hijo.  

—Señor Jeon ¡Creo que lo encontré! —digo en voz alta emocionado de haberlo reconocido.  

—¿En serio?  

—¡Si! Es el, trae una sudadera y un suerter que le regale por su cumpleaños, ¡Es el! —Jimin casi deja caer su teléfono, si lo hubiera dejado caer no se habría percatado del impacto. 

—¡Gracias a Dios! —En ese momento el semáforo cambió, y el chofer del camión no se detuvo.  

El cuerpo de Park Jimin dejó de correr al escuchar un par de llanta frenar sobre la acera y luego el metal chocar con fuerza, su sonrisa desapareció, y dejó de pensar en Jungkook. 

—¿Señor Jeon? ¡¿Señor Jeon?! —gritaba sin parar, pero nadie respondía, Jimin cae al suelo dejando caer el peso de su cuerpo sobre las rodillas. —Señor Jeon responda. —Las lágrimas caían por sus mejillas. 

Escucha a alguien hablar, pero su voz es lejana, lo que oye lo deja en Shock.  

—Emergencias, Hubo un accidente automovilístico en la calle Itaewon-ro 55gil, un auto y un camión, ambos están bastante heridos.  

—llegaremos en 5 minutos, del Hospital Gangnam Serevame. 

—Gracias.

 Fin de la llamada.  

Jimin con el celular en la oreja había dejado de respirar, el señor Jeon estaba siendo trasladado al hospital, debía encontrar a Jungkook rápido.  

Alguien cogió el teléfono y colgó, seguramente la ambulancia ya había llegado.  

Jimin se seco las mejillas y salió corriendo en dirección donde había visto ese sueter, marco el número de su novio pero no contestó.  

—Jungkook te amo, pero no puedo soportarlo más. 

Esto parece una pelicula de terror a blanco y negro, se ha desvanecido el color.  

Espero salir con vida, tenía bajo mi cama un veneno que tomaba sin razón. 

Habían piezas de mi ser por todo el suelo, brillaban como estrellas pero por dentro se consumian, el dolor las envolvía.  


 
 
 

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