El segundo lugar. #18
- Mellower Fanatic

- 23 sept 2018
- 7 Min. de lectura
—Hyung ¿Podrias tocar noches nevadas para mi? —la voz de Tae sonaba entrecortada debido a lo débil que se encontraba, su cuerpo estaba lleno de tubos debido al asma que se había apoderado de sus vías respiratorias y ahora comenzaba a ser Crónica; su cabeza calva resplandecía desde el umbral.
Tae le pedía a su hermano poder escuchar una canción de su compositor favorito, ya no que no podía hacerlo en persona. En su cabeza aún podía escuchar las palabras del doctor y el llanto de su madre en los pasillos del Hospital, quería olvidarse de eso.
No mucho tiempo después del cumpleaños de Tae quien lo celebro llendo a la firma de su músico, Taehyung había sufrido un colapso cardiovascular.
La incapacidad de su sistema circulatorio a la hora de bombear sangre oxigenada a los tejidos de su cuerpo cada vez era más deterioratorio para lograr recuperarse.
—Señora Kim, ya no hay nada que se pueda hacer. —anuncio el doctor después de haber intentado lograr un transplante de médula Osea, sus padres estaban sentados a su lado y el doctor examinaba el cuerpo Tae después de la óperacion, pero los resultados no eran los esperados.
—Pero, hace menos de un mes se estaba recuperando ¿Como es posible que ahora me diga que no hay nada que hacer? —La señora Kim se ahogaba en lágrimas al ver a su hijo en esa cama.
—La operación fue un éxito, pero por alguna razón el cuerpo de Tae no acepta el transplante, dentro de un mes a lo mucho, su cuerpo comenzara a rechazar la médula; y hacerle otro transplante no sería conveniente ni sano para su cuerpo tan débil por los tratamientos. —Afirmó mirando el pulso de Tae cada vez más lento. —Una posibilidad sería continuar con las Quimioterapias, pero son demasiado fuertes, la droga podría matarlo. —añadio en un susurro, el doctor salió de la habitación, y la señora Kim rompió en llanto.
Aún el monitor anunciaba que el corazón de Tae seguia latiendo, pero pronto ese ruido sosegado dejará de escucharse.
Tenían un més.
Los padres de Tae decidieron llevarlo devuelta a casa, no querían que pasará sus últimas días de vida en medio de paredes blancas. Adaptaron su habitación con todo los aparatos y medicamentos que el necesitaba, sabían que era algo inútil, pero querían creer que tendría a su hijo por más tiempo.
Suga sabía tocar piano, así que gasto sus ahorros comprando uno.
Cada noche interpretaba para su hermano menor, una canción de su adorado compositor, ya que sabía que nunca podría volver a verlo en el escenario.
—Claro que sí—respondió dejando de lado su lectura para ayudar a Tae a ir al sótano donde se encontraba el piano. Ambos hermanos se sentaron en pos del instrumento; y Suga comenzó a deslizar sus dedos por las teclas entonando los acordes mientras Tae escuchaba.
Había escuchado fuerte y claro el hecho de que tenía solo Un mes con vida, sus ojos se cerraban a voluntad propia, pero sus oídos seguían cada palabra.
Tenía esperanzas de ver por última vez a Jungkook, de porder despedirse.
A pesar de respirar gracias a una máquina, y de tener en su cuerpo un órgano que rechazaba, no estaba asustado. Se sentía feliz de dejar de sufrir.
Solo podía escuchar a Suga tocar e imaginaba que era su músico.
Cada noche a la misma hora desde que salió del Hospital su cuerpo se sentía arto de tener que fingir ante los demás que estaba bien, soñaba con que un héroe llegará y deshiciera sus problemas igual que las películas filmadas en Hollywood, pero despertaba; y todo era igual.
Seguía teniendo un monitor en el pecho que oscilaba con cada respiración, y el aire no se lo daba el Alba, sino el metal que ahora siempre tenía que cargar.
Le gustaba pasar sus días en la Sala de la gran casa y leer, así no tendría que ver el reloj de la pared, y contar los segundos que le quedaban por seguir soñando.
Prefería saber que alguien más dentro de esas pálidas páginas de igual color como su habitación, podría vencer sus miedos, nadie le ayudaría a derrotar los gigantes para los que siendo tan joven debia enfrentar, pero viajaba por el mundo entero sin moverse de su cama.
¿Que castigo merecía Taehyung?
Solo tenía 13 años, pero para el cáncer eso no es impedimento.
—Tae Li ¿Sabes si el chico con gorro de lana que vino a la firma estuvo en la presentación? — Jungkook se bajo del escenario luego de que el telón descendiera, y se acercó a una de las organizadoras para preguntarle sobre cierto chico de libreta con notas musicales animadas que había visto hace poco.
—¿Como se llama? —le preguntó la chica mirando su libreta.
—Kim Taehyung—respondió mirando insistentemente hacia los papeles que ella tenía.
La mujer buscó entre los nombres que tenía registrados para quienes habían comprado entrada a su presentacion, e hizo un movimiento negativo con su cabeza al no encontrar el nombre.
—No tengo ninguna boleta comprada a nombre de Kim Taehyung, lo siento. —contestó apenada regresando a su puesto.
Jungkook sonrió y miro a su alrededor, esperaba poder mostrarle a Tae la canción que había compuesto para el, pero no había ido.
La decepción de no encontrarlo parecía producir en su interior sierto desánimo, como si todo lo que había hecho fuera en vano.
¿Por que se sentía así si no lo conocía del todo?
Solo habian pasado unos 10 minutos hablando, pero quería volver a verlo. Incluso parecía que algo especial ocurría estando cerca.
Esa sensación de saber que algo en tu vida tiene que estar allegado a la suya, pero sin saber exactamente por que.
Entre los rostros grabados en su memoria estaba escrito el suyo.
Causaba pronto una serie de notas que cantaban sus teclas cada noche pensando en volver a verlo. Pero Jungkook no sabía que Tae estaba muriendo; y que ya no volvería a ver otra vez.
Su madre se acercó al verlo parado en medio del Salón viendo a las personas salir del Teatro.
—¿Buscas a alguien? —le preguntó mientras ponía ambas manos sobre sus hombros caídos.
Jungkook no respondió de inmediato, solo suspiro.
—Si.—murmuro —pero no vino.
La señora Jeon miro con tristeza a su hijo, se arrodilló un poco para quedar a su altura y levanto su mirada alzando con un toque suave su mentón.
—Si la canción que Compusiste era para él, entonces no tienes por que preocuparte, ya tienes guardadas esas notas en tu Corazón; y el día que lo veas estoy segura que la recordarás con detalle y podrás dedicarsela. El día que debas tocarla llegará tomandote por sorpresa, así que no luches con el destino, y espera sus próximas coordenadas. —le aconsejó besando su mejilla.
Ese día llegó, pero Jungkook no recordaba a Tae.
¿Como podría mostrarle la canción?
El vivía en Seúl, y Taehyung en Busán, desde ese día decidió dar sus presentaciones en Busán con la ilusión de verlo entre el público, pero eso nunca paso.
La canción para Tae la guardo en su cuaderno de composiciones, pero por error lo metió en su maletín y se lo llevó al colegio; mientras guardaba sus cosas en el casillero el cuaderno se cayó del estante donde lo había dejado.
Jungkook se incino para recogerlo, pero un chico más rápido que el lo hizó.
Al levantar la mirada vio a Han Sung, el chico popular de la escuela, siempre dispuesto a molestar al joven compositor debido a que las chicas y chicos del lugar lo admiraban por su talento; y el estaba dejando de ser el favorito.
—¿Pero que tenemos aquí? —habló con ironía mirando a Jungkook de manera burlesca, Han Sung abrió el cuaderno por donde estaba la canción de Tae haciendo que cerrará sus puños con fuerza hasta que sus nudillos se volvieron blancos.
—Regresamelo.—habló con dureza, pero Han Sung lo ignoro.
—¿Acaso es otra de tus canciones patéticas Kookie? —comentó mirándolo desafiamente, los demás chicos que lo acompañaban comenzaron a reírse.
—Aquí dice: Para el chico con gorro de lana ¡Wow! Debe ser una romántica canción ¿no es así?
Han Sung podía ser un chico popular, pero no era de los típicos Play Boy que encuentras en los colegios, donde simplemente abusan de su fuerza. Han Sung era inteligente, y sabía de música, la razón de que siempre fuera el Blanco de sus burlas, era que no había logrado clasificar en la Academia por que el puesto le había sido arrebatado por un chico peli negro de apellido Jeon.
Jungkook estaba por hacer algo si no le entregaba su libro.
—Será mejor que lo dejes en paz. —Una voz se interpuso.
Han Sung voltio a ver al chico que le había hablado de esa forma: Era Park Jimin, un prodigio en los deportes, siendo el único en todo el lugar capaz de desafiarlo y ganar; también era quien siempre obtenía el segundo lugar en promedios Académicos, Jungkook obtenía el #1 y Han Sung obtenía el tercero.
—¡No me digas que vas a defenderlo Park! —protestó sacudiendo el cuaderno con brusquedad.
Jimin se acercó hasta donde estaban con las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca le arrebató el cuaderno de las manos a Han Sung.
—Pues si, voy a defenderlo.—respondió entregándoselo a Jungkook. —¿No tienes que ir a clases? —músito mirandolos con una sonrisa. —Si bajas de promedio nunca podrás obtener el puesto de honor que este chico y yo siempre tenemos.
Han Sung resoplo y desapareció con sus secuaces por los corredores del Colegio.
Jungkook guardo el cuaderno en su maletín y se dirigió a su siguiente clase, Jimin camino a su lado.
—Gracias por ayudarme. —murmuro sin mirarlo.
Jimin sonrió.
—Por nada Kookie.
—No me llames así.
—Esta bien. —digo alzando las manos a cada lado de su cara, aunque el joven compositor le había pedido no decirle Kookie, Jimin había visto que sonreía después de hacerlo.
—¿Que clase tienes ahora? —le preguntó el chico de cabello Rubio y ojos claros al peli negro para liberar el incómodo silencio que se había firmado.
—Historia, y tu?
—También.
—Pues entonces camina más rápido o sino nos cerrarán la puerta. —Jimin cogió la mano de Jungkook y comenzó a correr.
El músico se sonrojo pero rápidamente se compuso, valía más que Miss Soo-Ho no les pudiera reporte, así que comenzó a correr también.
Al llegar tenían examen sorpresa, por lo que ambos se sentaron en los asientos disponibles quedando juntos.
—Suerte.—susurro Jimin cuando el tiempo comenzó, aunque Jungkook se sabía las respuestas no lograba concentrarse.
¿Acaso Jimin le haría olvidar a Tae?










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