Una fotografía #48
- Mellower Fanatic

- 25 nov 2018
- 15 Min. de lectura
Una ambulancia llegó alarmando a todo el hospital de Seúl, sus cristales negros ocultaban el cuerpo de un niño al borde de un Precipicio sin retorno, los paramédicos haciendo RCP, inyectando suero y demás intentaban dejarlo en estado inconsciente por los menos hasta ser reemplazo con anestesia.
—Hemos estado estabilizandolo desde hace una hora pero no reacciona, hay demasiado líquido en sus pulmones, parece también que por sus venas proceden virus malignos, ya no podra aguantar más.
Junto después que se desplomó en el aeropuerto, Min Yoon-gi llamó a una ambulancia en tanto Seok Jin lo cargaba en sus brazos.
Los señores Kim debieron llegar en auto particular ya que solo su hermano estaba permitido acompañarlo por estar más cerca.
Tae aprovechó la ausencia de todos para escaparse, Quería ver a su amigo por última vez.
Jin trato de seguirlos más Suga no se lo permitió.
Se trago las mismas palabras que le había dicho a J-Hope solo para responderle:
—Cualquier cosa yo te áviso.
Unos cuantos enfermeros salieron del lugar corriendo, desplegaron la camilla con Kim en estado catatónico.
—Debe hacersele una cirugía de inmediato— puso al tanto de su estado un paramédicos, el doctor Stevenson se hizo cargo. Había hablado con los familiares de su paciente para hacer exactamente la misma jugada, sin imprevisto terminaron corriendo contra el reloj.
—Su cáncer es en la sangre, como sabemos la médula osea ha sido la principal afectada, ¿Tiene su historial médico? — pregunto al joven.
—¿Pero de que esta hablando? Ese niño debe ser intervenido ahora mismo o de lo contrario morirá
—Calmese, esta siendo ingresado pero no puedo hacer nada si no se con antelación la posibilidad de una cirugía anterior conectaba con la médula, si tuvo un transplante y su cuerpo lo esta rechazando, poner en práctica el método de conversión podría ser fatal. — dijo con dureza.
—Aquí esta el historial — llegó corriendo la señora Kim con unas hojas de papel en sus manos, el suelo resbaló hizo patinar el vehículo más sin importarle se bajo para entregarlo.
—Perfecto — agradeció el doctor comenzado a leerlo.
—Salve a mi hijo.
—Tengalo por seguro — admitió llendo hacia el cuerpo del niño adolescente.
"Transplantes: 0"
Decía.
Más Tae si había tenido uno.
Los rayos X usados para localizar el cáncer penetrarian en su médula, exponiendolos a radiación. Por culpa de una negligencia médica Kim estaba por ser salvado, más años después desintegraria su cuerpo como polvo.
El crecimiento descontrolado de celulas se denomina cáncer, en el caso que sea en la sangre es Leucemia.
Tae había tenido un intento de trasplante, pero es contado como cirugía ya que debilitó su médula por intentar sacarla. El doctor Stevenson actúo como su profesión le daba crédito.
Esterilizo sus manos.
Cambio su atuendo.
Se colocó guantes.
Estaban por hacer la insicion cuando los cables de la nariz se alarmaron.
—La presión cae— exclamó un enfermero pendiente del monitor.
—Detengan los rayos — ordenó.
Una luz azul dejó de verde en la habitación, rápidamente revisaron el área.
—No puede ser, — alarmó viendo las fotografias sacadas — Este niño tiene una emoglobina demasiado baja.
—Doctor, ¿Es prudente que sigamos? — lamento por su vida un participante más.
Debían hayar una forma de no tocar ese músculo, pero, si querían salvarlo entonces era de vital importancia hacerlo, también tenía Asma lo que explicaba el líquido en sus pulmones colapsados.
—Si procedemos — salió detrás de los volúmenes parandose frente a un cuerpo con signos de vida moribundos;— le garantizare años por delante, solo, hasta que su médula tolere seguir respirando. Lo siento mucho, pero han disparado muy profundo con tantas cirugías evitando que muriera a una edad temprana. Ir contra el destinó trae sus consecuencias— concluyó haciendo el Corte en su espalda baja.
Despertó sano.
Ya no había cáncer.
Pero si un balanceante Órgano que agonizaba.
—Tranquila mamá— era Suga, — todo saldrá bien— desde la Sala de espera.
—¡Familiares del joven Kim Tae-Hyung? — los llamó el doctor quitándose el tapabocas.
—Es Taehyung — lo corrigió el mayor.
—Digamos ¿como esta? — pregunto conmocionada su madre.
—La operación fue un éxito, ahora mismo esta en recuperación pero ya no hay cáncer en su cuerpo— aclaró el proceso que uso, las dificultades e incluso los miedos; más en ningún momento habló de lo que había encontrado dentro de sí.
Ni lo que estaba por pasar.
—¿Podemos verlo? — fue el señor Kim.
—No, lo hemos inducido en un coma de tres días.
—¿Por que?
Suga había pasado de la felicidad al pánico.
—De esa manera no habrá riesgos de que algún fallo en su cuerpo se desarrolle al ser solo un niño.
La verdadera razón era factible, de esa forma su médula se adaptaría a lo sucedido, lograría fortalecerse dándole mayores extremidades cuando se fuera; si le permitía correr o saltar teniendo esa desperfeccion pues sus pasos a la tumba se alargaría. Ahora era un caucho, cada vuelo pronto se desgarraría.
Esos tres días fueron milagrosos.
Despertó como nuevo.
Asistió a la escuela.
Obtuvo buenas notas.
Y recibió buenas solicitudes de universidades para estudiar arquitectura.
Tae creyó que eso del cáncer estaba en el pasado, su Asma también fue eliminada, solo en algunas ocasiones debía tener un inhalador ya que sus pulmones eran muy débiles, vivió regalándole una omisión de su antigua infamia al olvido.
Nunca se permitió consumir alguna clase de humo ya que acabaría con él al solo oler un cigarrillo.
Todo parecia bién.
Pero, ¿Y la médula?
Despertaba ignorando los contados minutos dentro un Reino para muertos, la cancha era muy pequeña, el árbitro en posición daría una contienda.
Perdió el contacto de Jungkook cuando fue dado de alta, tampoco él dio más conciertos. Estuvo pendiente por si regresaba dándose cuenta que murieron sus padres, trato de verlos pero no sabía dónde estaba, no tenía su teléfono, y el funeral fue privado.
Entonces Tomo una desicion.
Irse a vivir para Seúl.
—Pedire una trasferencia en la Universidad — añadió para todos una vez se sentaron a ver una película familiar.
—Pero si ya estas estudiando, no veo la necesidad — dudo su madre primeramente.
—Taehyung, eres un buen estudiante y en Busán has entrado a una excelente oportunidad para contribuir en tu carrera, ¿Que tienes que hacer tan lejos?— el segundo su padre.
Suga apretó sus labios evitando comentar algo, su hermano no le hablaba desde hace que tenía 14 años, castigó decisivamente si desacierto equívoco silenciando su lengua.
Se atormentaba verlo sin remedio alguno de recuperar esos momento donde de niños esparcian burbujas riendo.
Se pinchó ese globo.
Podían estar en un mismo lugar sin siquiera mirarse, la distancia paso a ser un inquilino entre ambos; prevaleció esa incertidumbre cuando quería hacer algo más sus cortantes esquivaciones fueron estanques reflejados en sus empañados espejos color tarde brumosa.
Admitia sin embargo las particulares de Kim la mañana que salió sin volver, sostuvo con fíjesa la cornea sobre mí, cabían todos los bordes del mantel hasta que se subió al auto de mi padre.
—La razón ha sido... — discutía ella misma más sabía que se refería a mi persona, incluos las paredes me señalaban.
—Que haya mandado lejos a su mejor amigo.
—Eres su hermano mayor no su enemigo. Actuaste guardando solo tus sentimientos, pero no pensaste en recubrir los suyos con papel periodico antes de quebrarse para la mudansa, todos nos sentíamos al borde de un colapso sabiendo de solo un mes para vida compartida a su lado. Más tú llegaste muy lejos hijo — regaño melancólicamente introduciéndose escaleras arriba.
Oí cerrarse las puertas de su habitación, solo, escudriñe el rastro del polvo ansiosamente.
Llamaba pero nunca supe más.
No quería verme o hablar incluso si lo visitaba.
¿Egoismo?
— Cuando fuí a visitarlo mi hermana me contó que pasaba sus días lamentando haberle hecho daño, había burlado su sonrisa, no quería salir, ni saber nada de nadie. — cruzó los brazos sobre el pecho— tuvimos una idea de llevarlo a donde vivía, Junto a Ray, le enseñe Seúl. Fue entonces cuando los vimos en el centro comercial — respondió la pregunta de Jungkook.
Resulta que Jimin no era novio del hermano de Tae.
El músico se sobo los ojos con fuera tratando de pegarselos al cerebro.
—Quería decirte la verdad, por eso vine.
Esto lo irritó.
—¡¿Vienes después de tres años a decirme eso?! — se paro de golpe gritándo.
—Por que ya no podía esperar mas— terminaron gritandose carcomidos del rencor.
—¿Y que pasó con lo de "Eres importante para mi, siempre estaremos juntos"? — Park guardo silencio. — Quiero que te vayas — ordenó alterado.
Sin más dio media vuelta saliendo.
Se detuvo un poco en el lumbar pero Jungkook estaba hecho un desastre dentro.
Del bolsillo trasero de su pantalón cayó un cuadro con líneas blancas en los bordes y unas caras felices dentro resaltando su feclidad.
Kookie queria cerrar la puerta tras verla abierta, antes de moverla por completo noto algo en el suelo totalmente blanco, su diseño era cuadrado pequeño. Optó por arrodillarse para levantarlo, contenía algo escrito en uno de los bordes.
"Siempre lo estuvimos".
Tras darle vuelta término soltandolo rápidamente.
Eran él y Jimin.
Reconocía ese momento, fue tras su primera firma de autógrafos, ambos tenían una, solo que él si la conservó intacta.
Busco desesperadamente su espalda ancha mas ningún traeusente estaba cerca, agudizó su oído pero ningún sonido se podía percibir.
—Jimin— runruneo como gato llevándose el pequeño portafolios al pecho.
Trataría de entenderlo más todo era muy confuso.
Los granos de la arena eran llevados por una costa lejana, en el horizonte se asoma un remoto pero Pacífico altar donde las Rosas eran quemadas y olvidadas. La casa se caía con cada boca más que hablaba; Los grumos son cada vez más novedosos, mis pies atascados hacen que ahora ya no quiera salir más a buscar respuestas, me dejaré llevar por este océano fugaz igual que un arcoiris borroso.
Un sabor ácido como venenoso se alojaba en mi garganta atandome una Correa, el destinó me lleva de mascota, no se que pasará ahora ni menos mañana, ¿Hoy dormiré bien? Es probable que no pensando en todo esto, una gran gaula me ha cortado las alas, veo a otros volar mientras solo yo sueño hacerlo.
En ese momento llegó el auto del hermano de Tae, solo que de el se bajo un chico que hace unas horas lo había dejado solo y sin explicaciones, traía en sus mando unas bolsas. Guardo la foto igualando los ratos como si fuera la prueba de un asesinato.
Ya escuho la voz de un juez diciéndome que ahora seré como las víctima a las que encerre en un ataúd, los asesinos son historias que nadie quiere saber.
—Jungkook, por favor ayudame — pidió cerrando la puerta del conductor con una pierna.
Él se acercó recibiendolas.
—He comprado comida, no hay nada en la nevera— habló poniéndole seguro al vehículo.—¿Que hiciste todo este tiempo?
— Tratando de recordar todo lo que me escondes desde un principio— contestó dejandolo plantado.
Ahora estaba en la posición de Jimin, si le decía que ya recordaba de donde lo conocía, entonces crearía el final de todo.
Por lo pronto se quedó callado, Tae preparó la comida y cenaron sin emitir un solo sonido.
—Jungkook.
—¿Huum?
Tenía la boca llena.
—Olvidalo — se arrepintió.
—Esta bien.
Terminaron de comer quedando Kim completamente frío y solo en la Sala.
—Ahora es cuando los cabos empiezan a juntarse para él — decía dentro de su cabeza sentado en medio de un sillón color salmón.
Una mórbida manta se extendió para todos estos muñecos indefenso que se movían por el tablero de ajedrez, el alfiler, la reina, el Rey, los peones y la torre.
Seok-Jin, Min Yoongi, J-Hope, Jungkook y Kim TaeHyung.
Sin incluir a Jimin, Nam-Joom, Cristy, Boom y Ray Allen.
Se agarro con cierta lozanía la cabeza.
Esta mañana llegó una carta con número anónimo.
Debo decirle que es mía.
Debo decir que conozco a Jimin.
Debo decirle que si esta aquí fue todo planeado.
¿Luego de esto seguiremos yendo de la mano?
Mire con cierta tristeza las escaleras por donde había desaparecido, un fuerte dolor en la espalda hizo que tragara con vigor.
Ví mi final, ante los señores con los que vivía sonreía, tenía mucho por estar, se suponía mi cáncer había sido exprimido igual que una uva de mi cuerpo.
Aun así, cuando el doctor Stevenson durante breves segundo miro de reojo mi perfil cuidadosamente perviví palpablemente su mentira.
Tras ver mis intestinos en vivo y directo, se me revolvió el estómago, le agradecí su tiempo pero sinceramente conocía el pozo que excavacaba, estaba sediento, pero no existía Fondo.
Llegue a mi habitación mirándome en el espejo, puede ser solo una ilusión, estaba loco, ¿Porque se formó ligeramente una insicion en un costado luego de lavarme con desespero el rostro menso demacrado?
Era un cerdo directo al matadero.
Pequeños frascos se han roto.
Mi nariz comienza a picar, debere empezar por como lo encontré.
Mi primera razón de vivir en Seúl eran volverlo a ver, más no conocía nada aparte de su nombre.
La radio del auto de mi padre hizo corto cuando freno cerca de la Universidad, empece a desempacar mis cosas, primero estaría junto con algunos estudiantes de otras facultades, si lograba completar un años entero de excelentes calificaciones me darían una residencia, dejaría de escuchar los ronquidos de Zach Flyer, un chico de ingeniería, dejaría de probar la mala comida de Flannery Glynn, estudiantes de comunicaciones.
Agradecia que Sally Hank de diseño mantuviera organizado el condominio porque ninguno de nosotros sabíamos hacerlo.
—Hijo, cuidate mucho— se despidió el señor Kim parpadeando varias veces ahuyentando una posible cascada.
—Gracias por Traerme — le dio un abrazo corto.
Estrechamos las manos y entre.
Hubieros muchas experiencias divertidas junto a esos chicos.
Con anticipación la directora tenía todo planeado, me dirigí específicamente al cuarto, me adentre por un pasillo lleno de estudiantes, todos con sus uniformes de la carrera cursante, parecía un nido de vivorás; te miran de arriba a abajo queriendo desmoronarte, llegue con ropa común, sus ojos estaban encima de mi cuello.
Los susurros se esparcieron más rápido que una epidemia Africana.
En este pequeño pasaje del laberinto compuesto por oxígeno e hidrógeno, donde predomina y reina la especie dominante, todos quieren hacerte caer, algunos te ayudan, otros, simplemente se marchan.
De una gran empresa quedan solo piedras.
De un gran escenario quedan luces apagadas.
Mis manos sudaban excesivamente, pensaba quedarme a los pies de la casa rodante, más su arte sobrepasaba mis límites.
—Aquí estas— pronunció con alivio una voz femenina con mirada preocupante, tras verla respiro aliviada— la directora nos ha avisado de tu llegada el día de ayer, estuve buscando por todos los alrededores, supuse que traerlas tela sencilla, fue fácil; mucho gusto, soy Sally Hank. Estadounidense.
—Soy Kim Taehyung— me presente dándole la mano, una reverencia sería rara,y más si me ha dicho con anticipación su nacionalidad.
—Ven conmigo, tu habitación esta en nuestra estructura — paso de largo el poso de agua en mi mano, camino en dirección contraía en tanto seguía explicandome todo lo necesario. Se ofreció a ayudarme con algunas cajas más no fue posible, debido a su organización en mis brazos, si se me ocurría soltar alguna entonces sería un desastre.
—No es necesario ir a Dirección par obtener tu horario. Hemos ido por eso ya.
—¿Cuantos son en el lugar?
—En total unos 4, hay cafetería por supuesto, más aún así preferimos cocinar, las clases suelen cruzarse con los tiempos de desayuno, almuerzo y comida. Tomamos precauciones.
—Ya veo.
Traía en su mano derecha un juego de llaves con una guitarra como adorno.
—Te daremos uno propio una vez te instales— se anticipó girando el pomo de una Puerta casi al final del pasillo.
—Aquí lo tienes— anunció dejándome pasar. —¡¿Pero que es esto?! Acabo de organizar — hicieron eco los ruidos, Sally estaba parada con los brazos como jarras alrededor del cuerpo, les gritaba a un par de chicos sentados viendo la televisión en medio de un desorden consistente de ropa sucia y comida.
—Perdona pero teníamos hambre, ¡El chico nuevo! — la ignoraron ambos ergiéndose del sillón.
—Mi nombre es Zach Flyer— me ofreció una reverencia quien más cerca llegó, me dedique a organizar las cajas con mi ropa alejando de mi panorama los regaños de Sally.
—Y yo Flannery Glynn— otro más. — dejanos ayudarte, te mostraremos la habitación.
—Almenos deberían limpiar.
—Si ya vamos — se hicieron los tontos.
El lugar era sencillo, perfecto para un universitario, comencé con esmero ambientado el lugar.
—Dinos —inquirió Zach, blanco como la nieve más ojos de zafiro— ¿Por que te cambiaste? Busán no parece mal plantel—
Nos sentamos como indio deshaciendo el perfecto doblado a las sabanas.
—Vine a buscar a alguien — respondí cayendo en cuenta de una oportunidad.
Si les hablaba de Jungkook probablemente podrían conocerlo.
—¿A quién? —intervino Flannery.
—Se llama Jungkook, ¿Lo conocen depronto?.
— No mucho, — se instaló Sally luego de organizar la Sala de estar— mejor dicho casi nada, era muy popular en el Colegio debido a sus notas, contando también la música.
—¿Donde está? — me ilusione pensado en verlo tan rapido, ¿y si estaba en el condominio?
—Nadie lo sabe, luego de graduarse una compañia lo Patrocinó obteniendo un lugar dentro de una esfera, prácticamente piso las estrellas, no hubo necesidad de asistir a educación superior, pero; la muerte de su madre dejó devastado su sueño. Ahora también el señor Jeon. Se ha perdido.
Optó por encogerse de hombros.
—Park Jimin — recordó depronto—. Son muy cercanos, tal vez si sepa.
—Bajate de la nube — manifestó Flannery—; recibió una Becca deportiva para estudiar en otra Universidad, se fue hace unos días de su recinto.
—¿Como lo sabes? — sostuvo recelosa la mirada, parecía ser de esas chicas que muy poco les gusta equivocarse.
—Le pregunte a tu novio, vivía con él— rodeó los ojos.
Me desinfle igual a un globo de fiesta tras dejar escapar la razón de flotar, saco una foto enmarcada de mis familia colocándola cerca del escritorio.
—Lo siento Taehyung, parece ser muy importante para tí, ahora vamos a comer algo — habló despacio la mujer tratando de reconfortarme.
Lo único era encontrar a ese sujeto.
Bastaba revisar sus archivos para saber donde vivía.
Sonreí por ayudarme acompañandolos para alimentar una barriga hambrienta, en todo el viaje no paramos en ninguna gasolinera.
Deseaba llegar lo más rapido posible.
Ignore de nuevo esa sensación de haber hecho algo malo, de nuevo era novato, primero la escuela un corto lapso después de haber despectado del coma inducido; ¿Tambien la Universidad? afortunadamente todas las clases comenzaba a una misma hora.
Logre obtener el cariño de los chicos mientras viví bajo su techo.
Estaba estudiando cuando llegó presurosa Sally.
—Chico nuevo— era su apodo aunque ya llevaba como 3 meses viendola todos los días.
—¿Necesitas algo? — demande sin voltearme.
—Iremos a una fogata ¿Vienes?
Deje el lápiz pensando.—Jimin Podría estar ahí.
—Vamos— me convencio.
Ratreamos la cola de una linterna viendo cemento sin importar donde guíaramos el aparato.
Mi cara recibió un golpe frenando mis pasos, era una reja enorme, rodeado los cuadriláteros.
Era una cancha de béisbol.
—Por aquí—susurró Zach pateando una sección cuadricular cerca a un risco, pronto crujio dejando ver una pequeña abertura. Con la puerta cerrada en forma sencilla nos introdujimos escurridizamente pasando.
Note un resplandor desde lo alto.
La Luna en fase creciente era ver un sol más fresco y divino, una canción dedicada a esa radiante porción de pastel dentro de una sopa celeste fue compuesta por Jung.
Hace tres meses.
Después de morir su madre.
Un último aliento.
No la escuche.
Los reportajes informaban que solo había sido en privado con los encargados de su carrera, fue una despedida.
Por ese motivo no fue pública, era algo íntimo.
Todo era oscuro a excepcion del cielo y la linterna de Zach, pocos kilómetros después note un débil olor; eran malvaviscos.
También sobresalia una intensa capa de humo.
—¡Hola! — saludaron los chicos, hizo lo mismo en tono más bajo, una serie de tronco de espacian como secuencia alrededor de la gran flama del centro, alrededor de 10 personas sostenían sus varas llenas de puntos blancos sobre el calor para luego comérselos.
Éramos una galaxia girando.
Le pedí a Flannery dictarme si Jimin estaba sentado, nego con la cabeza provocando un suspiro bastante fuerte logrando apagar el radiante y acolchonado dulce de una chica a mi lado.
—Ah— se quejó.
—Disculpa— trate de compensarlo volviendo a inflarlo, pero ella resoplo.
—Mío— arrebató la varilla haciendome reír un poco.
—¿Alguno ha visto a Park últimamente? — pregunto S.Hank abiertamente.
Más tampoco dejó rastro.
Olvide a ese chico disfrutando de las anécdotas, historias, Etc esa noche, casi abandone toda esperanza cuando al preguntar me dijeron que su historial era provocado, amenos de ser un familiar no podían revelarle esa información.
Frustrado salí caminando a paso duro, haciendo resonar los cierres de los Converse hasta llegar a la puerta dando salida del condominio.
Visite el Teatro Municipal de Seúl.
Había colgado un afiche del joven músico.
Jóven de apenas 18 años dejó con el alma rota a miles de corazones que anhelaban su talento, el gran Teatro de Seúl aún tiene bañadas sus salas con la bella música asicalada, más dulce nectar, era una flor nunca antes gusta. Te extrañaremos.
—Aquí debía hacer sus presentaciones igual que en Busán—. Con gran melancolía recordé la tarima y a él con gran sentimiento hacer funcionar su instrumento.
Una exposición de pinturas era vigilado por hienas con Cámaras, miles de reflactores señalaban un inmenso cuatro cubierto por una gran tela en su superficie. La curiosidsd tomó impulsó haciendome tropezar con alguien.
Sali de su encuentro llegando entre multitudes fanáticas justo cuando el ganador del concurso se disponía a revelar su pintura.
Los ojos se humedecieron bajo unas gafas para sol puestas, nadie lo notaba más debido a tener una visión borrosa me limpie con cuidado alzando sus lentes.
Una explosión de colores iluminó el día.
Un perfil perfectamente delineado fue imensamente inmortalizado, las cámaras profesionales más las de los teléfonos móviles captaron rápidamente esos contornos tan finos.
No fui el único que exclamó asombrado.
Era toda una lluvia, en sus extremos se salpicada dichos objetos adornando las mejillas del hombre. Hermosa pintura.
Un adolescente familiar salió detrás tímidamente recibiendo aplausos exultates por el trabajo realizado.
—Le damos la medalla de mejor obra al estudiante universitario Park Ji-Min- anuncio uno de los organizadores, junto a un ramo, el chico que andaba buscando amablemente sonrió recibiendo sus premios.
Persistí logrando acercame más un Guardia me impidió el paso.
—La audiencia no debe pasar del perímetro — habló como robot, seguro se aprende su parte del guión en este tipo de eventos.
Más aplausos y... Se fueron.
Bajaron el cuadro adentrandolo al Museo.
¿Ahora como atraparia los malabares para encontrarlo?
Se disperso la variedad de etnias conformadas del mundo quedandome viendo el lugar donde estaba exhibido Jungkook al lado de mi única oportunidad.
Retrocedí unos pasos cuando pronto percibo chocar contra el viento la suela fe unos zapatos.
—¡Espera! — grito en mi dirección—¡Taehyung! — Añadio alarmandome.
Era ¡Alto!
¿No es ese el hermano de Cristy?
Tras verlo con su medalla supe que hablaba de un mismo componente hecho con carne y hueso.
Hace años fue en busca de su hermana menos, lo conocí pero no tuvimos mayor contacto.
—Supe de tu busqueda — mencionó entrecortadamente recuperando el aliento— ¿Eres hermano de Yoongi verdad?
—¿Conoces a Suga?
—¿Quien?
—Así lo llamo Yo, oh bueno, llamaba. El caso es que sí, soy su hermano — titubeé no estando seguro de decirle a ese sujeto peculiarmente extraño.
Vine por Jung.
Y también para alejarme de Yoongi.
—Lo conozco, somos muy cercanos, quería estar seguro de si lo eras. En fin, eh— también comenzo a enrredar las palabras;—Buscas a la musa de mi pintura, te daré la dirección, esperame un momento.
Asentí tontamente, no era una pregunta, estaba calor que andaba por ese objetivo.
Trajo consigo un papel donde dentro había un lugar específico.
—Es su casa, pero sería una progresión encontrarlo... Ahora está muy mal y no mantiene ahí, estar en un lugar completamente absorto no debe ser una bonita experiencia.
—Te lo agradezco — pronuncie sin poder creerlo.
Una figura tambaleante caminaba arrastrando los pies cerca de un puente, tras notas el timbre tres veces más la confirmación de una mujer diciéndome que nadie estaba viviendo ahí por el momento.
Otra vez más devastado deambule sin rumbo fijo, no quería regresar.
Tampoco pensaba responder las preguntar de mis amigos sobre donde estaba hasta tan tarde en la noche.
Luego, más adelante llegue a un cruce peatonal con destino al puente de la calle Gloster, residencia donde vivía mi músico.
Fue entonces cuando note cierto compotamiento en ese sujeto, llevaba pantalones oscuro y una chaqueta solo sobre los hombros, estabamos solo el chic@ más Kim Taehyung.
De un segundo a otro salto.
Sin quitarme los zapatos seguí sus intenciones.
Luche con la corriente del mar.
Era un hombre, debido a lo tubia que estaba el agua no pude verlo, en mi cabeza gritaba "Salvalo" "Salvalo"
"¡Eso intento! — regañaba fastidiosamente a mis propios pensamientos.
Debido a la fragilidad del cuerpo salimos a la superficie con eficacia.
Estaba exhausto, mi cuerpo expulso unas gotas de líquido rojo. ¿Tan pronto? Mire atemorizado el césped manchado.
Una multitud chismosa se acercó.
—Es Jungkook— murmuraron.
¿Que?
Me acerque tambaleante donde había dejado al joven reanimandolo, un bulto de agua se asomo por la garganta, sin perder tiempo hice que se sentará botando el exceso.
El cabello tapaba su frente más distinguí esos ojos.
—Rápido llamen a una ambulancia —suplique reconociéndolo.
Al fin.
¿Y si Jimin no hubiera corrido para dame su dirección?
¿Y si no hubiera tomado la desicion de irme?
¿Y si no hubiera seguido caminando sino que en su lugar me hubiera regresado al condominio?
Habría logrado su objetivo.
Ahogarse.










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