top of page

Our Recent Posts

Tags

Desde las sombras #49

  • Foto del escritor: Mellower Fanatic
    Mellower Fanatic
  • 27 nov 2018
  • 13 Min. de lectura

El primero en llamar fue al hermano de Cristy, estuve toda la noche orando,  mi piel estaba congelada. El mar no era nada cálido a esa hora del día, explique todo por teléfono cuando hubo contestado, anotado en el papel donde estaban las indicaciones para hayar su dirección estaba escrito de forma rápida el número telefónico. Fue rápido de percibir debido a lo corrida que estaba la tinta. 

Entró al  recibidor y con lápiz forzosamente calco los datos. 

—Lo encontre— fue lo primero en decir—,  estaba a la orilla de un puente,  ¡Se lanzó Jimin!  ¡Queria ahogarse! Fue espantoso, salte detrás como justiciero recibiendo el golpe de millones cuchillos filosos por todo mi cuerpo, estoy empanado, tengo hambre y aparte nadie ha salido para decirme nada. 

Termine exaltado. 

Ver a una persona querer suicidarse es una escena aterradora. 

Porque más claro no puede ser. 

Incluso lo ví reflactado como un campo magnético, Jungkook quería dejar de verse solo. 

No quiero juzgarlo. 

Perder a tus padres debe ser una carga emocional demasiado difícil de llevar a cuestas, pero, hubiera hecho hasta lo imposible para ligerarle esa sensación. 

Sin fuerzas caí tendido en el suelo llorando. 

Cubrí mi rostro sintiendo vergüenza. 

Todo el personal me miraba, ami no me importaba, en esta parte de la montaña rusa estoy en caida libre, puedo sentir el final muy cerca, recuerdo de forma caótica la sangre, toco con precaución mis fosas nasales por si quedó algún rastro de goteo. 

Noto grumos, con el solayo de la tela húmeda retiro los restos, parezco un simple muñeco de porcelana; sin poder creerlo me estrelló con el metal quebrando todos los momentos. 

Hace unos años escribió para mi algo hermoso. 

Hace unos años recibí una de sus calidas sonrisas en la firma de autógrafos. 

Hace unos años sentí su afectuoso abrazo cuando desperte del Hospital. 

¿Como es que...? 

Hubiera dejado de verlo para siempre. 

—¡Jungkook! — desgarre mi garganta golpeando mi pecho con violencia—¡Duele! ¡No puedes hacerme esto! ¡Eres un...! — ya no lo soportaba. 

—Taehyung— llegó Jimin, se arrodilló con cautela tras verme desmoronado como un castillo luego de ser vencido. 

Sin aviso un ejército lanzo sus espaldas acertando dentro de lo mas sagrado que tiene un ser humano, verse débil ante los demás, corto sin devocion todas mis esperanzas,  cruce la línea de nuestras capitales sonriendo sin parar, ahora no dejó de lamentarme. 

Pronto el Iris de mis ojos se tornaron rojos, comenzó a desvanecerse su actual color,  una nube cegadora los infesto evitando ver con claridad, no lograba calmar el ardor, su córnea bailaba de un lado en dirección contraria y viceversa desvaneciendose a montones, estaban inyectados en sangre viva. 

El aire acondiconado emitió una descarga sobre mi vestimenta empapada, mis dientes comenzaron a Castañear golpeándose entre ellos provocando un sonido exasperante. 

—Te traje ropa, somos casi de la misma edad; puede quedarte — habló Park luego de haber dejado seco mis párpados. 

Agradecí sin hablar, ya que los gritos me provocaron un turbante delirio tras hacer el intento. 

Parecían ser desprendidas las cuerdas vocales aferradas a mi laringe, note sonidos roncos llegado el momento. Pronto las prendas creadas de lana cubrieron cada centímetro desnudo  dándole calor finalmente, agradecí las duchas, sin pensarlo mucho confirme si contenían agua caliente.  

Un abundante vapor salió en respuesta tras hacer contacto los poros de la superficie algo atrapados, con manía mejore los contrastes antes de verme proyectado como una película en un arquetipo trasparente colgado. 

Mi aparciencia se rejuvenecio igual que la estación de primavera luego de ahuyentar un nubarron blanco capaz de cortar las delicadas ventosas del firmamento subterráneo. 

Habitamos en lugares donde no podemos explicar su Anatomía, sencillamente nacimos donde ya vivían así, todas sus estaciones parecen animales hambrientos, esta en una selva inofensiva con plantas tóxicas y enfermedades mortales, sin abrigos contraemos pulmonía, sin protector solar entonces se nos desintegran las células; sin ayudar a los demás entonces termina dentro de colmillos como guillotinas. 

Cerré el grifo con intensión de salir pronto, el doctor no debería tardar. 

Junto a la Bolsa que Jimin me entregó amablemente había una toalla pequeña provoque sus frágiles sedas cambiando el empapado uniforme, un gruñido resonó Igual que el rugir felino, proveniente de un vientre vacío. 

—Enserio tengo hambre— lancé un quejido dispuesto a empugar los engranajes de la puerta con Aires metalicos. Depronto escuche unos pasos acercarse. 

Alguien entró al baño. 

—¿Te diste cuenta de quien llegó en la ambulancia? — habló una voz gruesa. 

El lavamos se accionó. 

—No, ¿y tu? 

—Pues claro que no, demasiada gente. 

—Aunque puede tratarse del músico— agudice mi sentido. 

—¿Jungkook? Pues una de las personas que llegó con él estaba comentado su rescate. 

—¿Rescate? — inquirió. 

—Si, lo vieron ser sacado del mar, parecía haberse lanzado del puente. 

—¿Me lo juras? 

Mis puños se cerraron con fuerza hasta exttangular los vasos sanguíneos. 

Gente chismosa. 

La llave se cerró. 

—Bueno, no me constaría— respondió envidiosamente. 

—Vamos a ver si alguien sale a decir algo, ¿También notaste los llantes de ese joven? — siguieron criticando. 

—Quede bastante conmocionado, se dice conocerlo. 

—¿Tu crees? 

—¡Pero por supuesto! 

—Aunque te confieso no me gusto para nada. 

—Concierdo Contigo, la sociedad esta cada vez más desatada, ya un hombre y una mujer ha quedado en el olvido. 

—Bastante groteco— difamaron hasta acabarseles el vocabulario, posterior a ese comentario salieron del baño. 

Me sentí vulgar. 

Sigue siendo un Tabú amar,  entre los extraños caminos, los cuales se extienden sin fin por espacios de cien años, quienes se fijan en mucho más que fama o pobreza,  depositados en cada ser como una especie de Perla al Fondo de los sin fin sucursales emotivas, son sagrado. 

Son zafiros, estrellas fugaces, condenados a vagar por la incipiente galaxia suspicaz de verlas tan hermosas. 

No define si esta bien o mal. 

Solo ama. 

Ese es su pregurio. 

—Y quizás mi perdición— murmuro con morbosa languidez viendo en dirección a donde hace unas horas fue ingresa su cuerpo insetado, lejos de cualquier conocimiento. 

Un hombre con porte Médico sale junto con varios papeles, Jimin se levanta, percibo se trata del encargado de revisar a Jung, troto pasando al lado de los hombres del baño, siguen discutiendo, sin embargo se dan cuenta de mi mirada deteniendo el movimiento de sus labios engañosos. 

No logró distinguir la cara detrás de ese atuendo blanco; pero al estar a una misma distancia de igual formo detiene su habla. 

—Se encuentra estable,  al parecer logró sacar de sus pulmones la cantidad de agua que bebió al caer, hubo necesidad de sedarlo,  así recobrara sus fuerzas... También.. —.

Como una revelación supe de donde lo conocía. 

Era el doctor Stevenson. 

—Taehyung.

—Doctor — balbuceé sintiendo de nuevo un niño indefenso sentado frente a imagenes de mi cirugía cubierta con escamas de camaleón, solo él y yo sabíamos lo disfrazado que usaba. 

—Que gusto volver a verlo, ¿Usted atendió al joven que vino en una ambulancia? — pregunté torpemente. 

—Si, ese soy yo, estaba dándole las indicaciones a... — miro a Jimin confundido, quien arqueo las cejas. 

—dentro de unas horas podría verlo— informó precipitadamente regresando al interior del lugar. 

—Esta estable — intervino Park sentándose, hice lo mismo y el continuo a explicarme lo sucedido. — Oye— añadió unos segundos transcurridos. 

—¿Hum? 

—Gracias por salvarlo— musito casi inaudible —,  nunca me hubiera imaginado que estuviera pasando por semejante laberinto — contó ladeando la cabeza, sin mirarme una sola vez continuó—. Lo deje solo sin darme cuenta. 

—¿Ustedes tenían algo? — pronuncie atónito, mi expresión le causó gracia. 

—Puedes decirlo así, la verdad yo lo veía más especial. Le tenían fobia al hecho de ser el centro de burlas si andábamos por los pasillos cogidos de las manos, muy cobardemente solo duramos un años debido a mi inseguridad; ese sujeto — señalo por el corredor donde estaría la habitación de Jungkook — soporto mis actitudes siempre risueño, decía: "Esta bien Jimin,  somos polos opuesto, estamos hechos el uno al otro" Pero no era así, antes de morir su madre decidí darle punto final, además como ya sabes soy hermano de Cristy Ginsberg— asentí— una noticia que aun dijiero,  el hecho de no decirle por pensar en su traición, desequilibre la balanza cayendo más peso sobre mi lado, aun sin contarle me fui de su casa... Su madre estaba enferma para entonces, siempre lo apoye con ese duro proceso, al morir como ya todo estaba dictado para ambos no lo volví a ver, me enteré por su padre de la desaparición, huyó por 7 días— dijo esto soltando una risa ahogada, sus ojos sudaron un poco luego de ésto—; Lo llame, busque sin parar e incluso no fuí a mi casa por estar día y noche en las calles, bastante enojado lo encontré, más ese día el señor Jeon tuvo el accidente. Lo traje a éste mismo hospital. Escuche cuando el médico dijo "Lo siento, acaba de morir".

—¿Que hiciste? — cuestione acercándome,  más solo me invadió una tentadora omisión por su parte —¡No me digas que! —concluí exasperante.

—Hu-M, lo deje—. Finalizó— está es la primera vez que trato de involucrarme otra vez, pero solo desde las sombras. 

—Ya pueden ver al paciente caballeros — aviso una enfermera indicando el camino. 

—Ve tú, estaremos en contacto— se despidió rehusandose a acompañarme, advertí las súplicas que por dentro hacia tras mirarme de reojo, quería estar en mi lugar,  más después de todo lo contado hace unos minutos, podría no ser bien recibido.

La alcoba estaba pintada de un blanco pálido, pide sentir como la cabeza me daba vueltas si de alguna forma miraba los tapetes luego sumergidos en Cal. 

El cuerpo del músico yacía sobre el colchón nada cómodo de los hospitales, por experciencia es seguro, casi dos años enteros maltrate mi espalda con las piedras dentro del ropaje. 

Tras volver a cada debía corregir mi postura, aunque ahora se bien. La culpa no siempre fue de ese mecanismo modermos. 

Una aguja sale de su intravenosa para conectarse a una bolsa con líquido dentro, veía esa mismas gotas caer constantemente, nunca bajan de ritmo. 

Levante un poco la maja del jersey mostrando una adorable cicatriz justo en el mismo lugar, por más cremas usadas, tratando de ocultarla. 

Se marco como un sello a la piel flacida de un Cordero, su incisión estuvo durante mucho tiempo conectada. 

Con la llena de los dedos recorro las visibles venas que sostiene los tejidos de mi brazo. 

Un escalofrío me retuerce, sintiendolo como si fuera ayer, esparciendose debajo del epidermis blanco que visto, reuniendo desde los fondos plielagos salvando cada órgano recibido al nacer. 

Estába pálido, Jimin alcanzó a decirme del grado estupefacto en que estaba cuando llegó, sus mejillas hundidas dentro de los huesos compuestos por la mandíbula, ojeras bajo dos largas enredaderas negras; sus labios estaban morado a punto de quebrarse, relamí los míos notando mi presencia igual. 

Coágulos de sangre por toda la máscara facial.  

Con delicadeza palpe su mano izquierda, siempre traía un anillo plateado en el anular, ¿Se habra caído? 

No. 

Una particular hinchazón estaba entorno al objeto, bruscamente debió deshacerse del artefacto momentos antes de verme seguirlo sin pensarlo; sus membranas movibles comenzaron lentamente a abrirse. 

—¿Quien eres tú? —logro articular Forzadamente mirando nuestras manos unidas con desconcierto. 

Sonreí ajustando los espacios. 

—Quien te mostrará que vivir puede ser algo fantástico. — manifeste dejando de lado mi nombre, aun se encontraba apagado, y,  ¿Serviria de algo? ¿Si le contaba que era aquel niño soñador recordaría mi nombre? Por muy poco estilo Romeo preferí estar en anónimo. 

Sería un nuevo inicio para ambos. 

Note su mirada furtiva varias veces dirigida a mi contorno, no tenía un buen aspecto, seguramete tenía las pupilas dilatadas por estar hasta las 2 de la madrugada sin haber pegado el ojo y haber comido algo; saber de su recuperación ahuyentó esa necesidad.  

—¿Como te llamas? — pregunto de golpe. 

—Me llamó Kim Taehyung, y ¿tu? — terminé delatandome, pero verlo tan perdido me convenció. 

—Jeon Jungkook—

"Lo sé"

Falte a la Universidad para quedarme en el hospital. 

Muchos reporteros llegaron profanando la paz, querían hacerme preguntas debido al intento de Suicidó vivió por el músico, alguien había dado permiso de publicarlo como primicia.  

Ante las cuestiones personas mis mejillas se encendían tornándose carmesín.  

—¿Acaso es su hermano? 

—¿Puede decirme la relación íntima que sostienen con el jóven? 

—¿Es su pareja sentimental? 

—¿Jungkook es homosexual? 

Etc. 

Cansado mientras este dormia repasaba de los apuntes que Sally me mandaba, no estudiaba Arquitectura más aún así le pidió a uno de sus amigo un poco de apoyo comunitario. Me ayudó bastante a graduarme con honores, aunque se fuera a vivir lejos del país siempre recordé esa plataforma agrupada de 12 meses escolásticos. 

Park insistía en llevarlo ante una ayuda. 

Trajo un ramo de flores, asegurándose de no despertarlo. 

Buscaba floreros llenando el tocador con vida silvestre.

—Se que quieres estar aquí,  pero ya va una semana completa — de nuevo intentaba convencerme de volver —. Si sigues así podría no ganarte esa oferta de tener tu casa fuera del Condominio.

—Si eso está claro, pero, me asusta que quiera volver a ser capaz de éso— defendí mi posición. 

—Debe ir a un lugar donde pueda volver a sonreír. Los doctores saben, ellos no se creerán tu historia amigo — se refería al "accidente".

—Dejame pensarlo, ¿Si? — pedí suplicante. 

La cabecera se movió indicando su escape del sueño. 

—Me voy— salió rápidamente de la habitación. 

—Que bueno, despertaste, ¿Dormiste bien? —cerré los libros prestándole atención. 

—Si— aseguró ya no extrañado de mi presencia.  

— Te traere algo de comer — propuse en tanto se levantaba para ir al baño, su comportamiento era de alguien tímido. 

Me comportaba siempre amable aun con sus respuestas cortantes.  

—¿Te conozco de alguna parte? — quiso saber mirando la comida como un complemento de otro mundo, casi no probó un bocado. 

—¿Tu que crees? — pensé primero en tantear terreno seguro, lo cierto era consizo, un pirata acaba de encontrar lss soluciones a su economía, pero. ¿Quien le garantiza su credibilidad en monedas doradas?  

Ahora mismo, cuando formó una línea recta con sus labios,  pude notar un hoyuelo sobre la prominencia del rostro abultado izquierdo de donde seguía estudiando.

Hizo un chasquido con la lengua, sentí una gota de sudor solitaria crearse súbitamente por la Patilla derecha de mi rostro caótico, tratando de actuar con normalidad.  

—Creo... que no. — dijo finalmente, estaba aliviado, las cosas comenzaban a componerse, una hermosa melodía saldrá de todo ésto—; Simplemente notas unas curvas saltar formando ondas dentro del agua y actuaste conforme tus padres debieron enseñarte, ayudar mientas puedas. ¿Estoy en lo cierto? 

—Esa es tu conclusión, la aceptó,  tengo algo que hacer, ahora vuelvo. 

Sin mucha prisa gire el Pomo viendo el pasillo esterilizado. 

Suspire hondo.

—Será mucho más fácil— musite deslizandome hasta tocar la superficie sin dejar de sentir la puerta corrediza. 

El doctor Stevenson me vió acercándose. 

—Taehyung, debemos hablar sobre la salud de joven— señalo dentro. 

Me puse de pie seriamente. 

—No se preocupe, finalizando esta semana, tan solo falta un día— adicione sarcásticamente — me aseguraré de llevarlo a otra parte. 

—No es nada de eso, exactamente conozco tu historia, no fue ningún accidente... 

—Disculpe... 

—No digas nada, quiero informarte con anticipación de una clínica psiquiátrica, donde en coste de un año podrá recibir tratamiento, yo cubrire los gastos. 

—¿Enserio? — exprese alegre. 

—Quiero recompesar lo pasado, además eres mi paciente —. Formuló dándome la mano.

Acepte. 

Era una gran oportunidad. 

Mientras Jungkook estuviera en ese lugar, yo podría estudiar más arduamente obteniendo un lugar donde después llevarlo. 

A su casa no volveríamos ni en un millón de años; solo seria hechar Limón dentro de las conyunturas perforadas, como enterrar una estaca de metal dentro de los filamentos quimérico del mundo absorto por fantasía.  

Los humanos jugamos a ser dioses. 

No oscila nuestra conciencia llegada la hora de matar. 

Tampoco se arruga nuestra valentía si de cubrir con nuestros brazos muestras el fuego nos incinera se trata.  

¿Quitamos la vida? 

¿Burlamos al eventual nubarron burbujeante de dóciles velas muertas hechas por medidas cabales? 

¿Jung es lindo? — buscó insistentemente respuestas dignas. 

Si. 

Lo es. 

Pero como si aun habitara dentro de nosotros la inocencia, su música fue un papel ejemplar, han sido simples símbolos canjeados dentro de hojas en blanco luego repartidas sobre el escenario con perfecta sincronía, cada mañana se dividía embriagandome con alcohol interprete lavanda de sus armónicos sencillos. 

Su fama o aplausos. 

Viaja despierto escuchandolo una vez más.  

Contaba sucesivamente los endecasílabos distribuidos durante los meses restantes para una nueva presentación.  

De ser mi amor entonces es dedicado al plano. 

Pero sus teclas blancas y negras serían solo incididas, faltantes de inspiración como del cielo luego de llorar fervientemente, sería solo un clima ostentó hasta ver el sol entre sus imprecisos pasos desviados por un hado radiante de aureolas. 

En especial con 7 pretextos brillantes. La bateria suena pero yo no pienso en nada que no te encuentre en medio, confío en lograr escalar altas montañas, iremos juntos. Los años que se demoren, los minutos sin regreso. 

¿Fácil? 

Quiero compartir mis miedos, quiero darte a saber esas noches donde solo pensaba en darte un último abrazo, cruzaremos el mundo entero, al final no te arrepentirás. Siempre cerca de tí. 

Dicte un último si, continúe trabajando hasta que ver el fulgor celeste descendió. 

Park se ofreció más solo pedí su auto. 

—Jungkook— capte su atención luego de tener todo listo, con un leve movimiento de cabeza salió de entre las sábadas completamente cambiado; en lugar de tener una apariencia deprorable ahora lucía renovado.  

Con cuidado quitamos la intravenosa, confeccionó un gruñido. 

—Tenemos que... 

—Sé a donde iremos, te agradezco toda tu ayuda, aceptare sus instrucciones — interrumpió sin emitir alguna expresión que lo ayudará, no muy convencido abrí la puerta para lograr salir. 

Con un saludo militar me despedí del doctor Stevenson, caminos despacio a causa de un leve conjeo por parte de Jeon. 

—¿Estas bien? — me asegure ayudándolo. 

—Si, solo... Al saltar me golpeé una sección del muslo— contestó acercandose para obtener apoyo pasado uno de sus brazos cercanos por mi cuello.  

Permaneció sereno. 

Hasta ver el vehículo. 

Su cuerpo se tensó. 

Sin chistar subio de Copiloto. 

Conduje en silencio, por completo nuestro entorno se torno tranquilo e incómodo, preguntarle algo respecto al suicidio provocaría una respuesta a la defensiva. 

—Quiero disculpame contigo — mencionó luego de quedar atrapados en un inifinito pielago inundado por más autos.

No serviría de nada tomar un desvío, el lugar estaba en línea recta. 

—Disculparte ¿Por que? 

Jugó con los dedos de la mano. 

—Por los reporteros, paparazzis... Me entere que estuvieron preguntándote cosas vergonzosas, realmente te ofrezco una apelación. 

Sonreí nervioso. 

—Es cierto, pero tampoco pudieron hacer mucho— le reste importancia. 

—¿Sabes quien soy? — inquirió intersado por mi respuesta. 

Dudé un poco sobre que decirle. 

—Eres.... 

—¿Si? 

—Un adolescente común y corriente, con problemas, pensaste en una solución sencilla para dejar de verte perdido, saltaste sin pensar en una probabilidad imposible de alguien salvarte, tenías dentro de tu cabeza una red con más nudos cada día, estabas agonizando. Mas yo trató poner fin a esa sensación; perdoname tu a mi si he arruinado tus planes, pero no te puedes rendir tan rápido, ¿Quieres esconder? Hazlo pero nunca podrás borrarlo— continúe —. Seguirá despertando igual, el día anterior sera como el siguiente si no intentas cambiar de una vez por todas esa mentalidad. 

Kim Taehyung trato a Jungkook como alguien igual a todos. Por alguna insólita razón provocó un bienestar inesperado dentro del corazón colapsado que tenía Jeon. 

Finalizó su reprimenda, para el coducto fue bastante chocante la actitud adoptada por éste, no recibió respuesta. 

—¿Necesitas ser famoso? ¿Solo cruzaría la meta contigo a cambio de recibir recompensa? Tienes que saber algo— cruzó el puente donde una semana atrás estaban peligrando como un grano de arroz sobre una cuerda floja. — Por tus venas corre sangre igual que por las mías. 

Con ello unas gotas de saliva debatieron en caer o no por una garganta fresca, pesadamente besaron los estrechos tubos carnosos. 

—Tienes razón— concordo Jung. 

Asentí confirmando que era todo lo dicho por mis labios hasta el momento. 

Desafortunadamente no soporto ese lugar, estuve visitandolo hasta que él mismo pidió espacio.  

Entrelace nuestras manos defendiendo uno de sus llantos sofocados, vio mi acción para después salir corriendo apartando con rabia el propio pozo donde se dejó caer. 

Hable con una enfermera encargada de vigilarlo, tenía dinero extra para darle esa tarea. Fue entonces que me lo dijo. 

—Será mejor no verlo más durante un tiempo.

—¿Te lo ha pedido él? 

Estaba sorprendido escuchandola. 

—Estoy segura de que no quiere decírtelo en persona debido a su deuda, más aún así para mejorar necesita estar sólo. 

<<! Pero si precisamente llegamos a esto por ese mismo motivo! >>

—Vendré en un año— objete saliendo de la clínica.

Esa noche, acompañado de la hora para los amantes escribí esa Carta. 


 
 
 

Comentarios


bottom of page