Buzón #50
- Mellower Fanatic

- 1 dic 2018
- 14 Min. de lectura
Con sigilo me escabullí por el pequeño lugar entre las baldosas del pasillo y apartamento, estaba distraído pensando en lo dicho por la enfermera. Tendría todo un año lejos otra vez de él, salí de mi casa como hijo fugitivo, notando mi presencia igual que una pompa de jabón dentro de esta busqueda del Tesoro, un reflector dentro de una cúspide rociada por la ventisca ahuyentada de un día sin luz.
Igual que las fluctuantes mentes ambiciosas que observan desde lejos los sueños de otros ajenos hombres.
Más ahora debo irme de nuevo.
Todos dormían cuando la suela de mis zapatillas localizó sendero conocido.
No logre conciliar un poco de los ronquidos provocados en la siguiente habitación, dí vueltas sin parar por toda la alcoba recién pintada.
Según Flannery, mi habitad era el único lugar de la casa donde solo resaltaban incoloros fragmentos de cal mezclada.
Entraron los tres inquilinos mientras leía con la excusa de reanimarlo todo.
—¿Que están haciendo?— Quité como acto reflejo la diadema electrónica de mis orejas cerrando el libro.
—Lo siento chico— habló Zach— pero por votó decidimos pintar todo tu establecimiento.
—¿Por que?— obstaculice sus pasos decisivos, vestian oberoles de jardinero, junto a sus manos colgaban bronchas de todos los tamaños y; kilos de Pintura.
En ese momento yo tenía puesta una camiseta blanca.
—No está a discusión— sentenció rompiendo mi barrera, a cada lado de mi cuerpo alce los brazos ejerciendo fuerza para evitar verlo avanzar más.
—¿Acaso quieres evitarlo? — retó sumergiendo un rodillo en pintura azul celeste.
Una mijaga de pan quedo sobre el plato, ví en riesgo mi adorada camiseta, pero mi cuarto no iba a dejar su esencia.
Rápidamente lo hice tropezar inclinándome para después levantar su pie derecho del suelo.
Soltó el artefacto provocando en este un giro de torbellino, su salsa azul salpicó todo dentro del perímetro.
Trate de esquivarlo.
—Has encendido la llama — escuche murmurar a Sally.
—¿Significa? — pregunte confundido por su expresión.
—Que ahora debera cocinarse — respondió lanzándose con su brocha llena de pintura Roja sobre mi albina camiseta.
Con destreza hace una enorme línea color sangre y pecas azul sobre un mar blanco.
Todos reímos a carcajadas comenzando una guerra colorida.
Sonrió viendo bajo mis pies la muestra de eso.
como una especie de desasosiego todo comenzo a ser molesto, las tablas crujían debajo de mis inquietas acciones.
Mis pestañas se fijaron lejos del nervio óptico inferior, entonces opte por buscar plumas modernas llenas de tinta y papel blanco dispuesto a perdurarlo.
Encendí una lámpara reposada en la mesa de noche para dejar de forzar la abertura del iris.
Deje que en lugar de ser mi razón, fueran los sentimientos quienes guiarán esta vez los suaves toques del lapicero en el papiro, calculaba todo para no dejar nada por fuera, ahora quería sinceramente dejar de verme como un maniático del orden.
Primero fueron palabras sin sentido.
Intente tres veces hacer la Carta perfecta.
—No se la mandaré, ahora tiene muchas cosas para mantener ocupada su mente — refunfuñe cayendo en cuenta de ese detalle.
Firme anónimamente añadiendo"P.D 365 días"
Derrame gotas sensibles dentro de cuatro paredes, me inspire leyendo su pie de página la primera vez que nos vimos.
Aun estaba ese Jungkook dentro.
Pues bien.
Esperaría lo necesario con tal de estar orgulloso como una vez lo estuvo por mí.
Coloque a prueba mi habilidad artística haciendo un sobre amarillo para depositarla dentro, esa pequeña parte de mi hipotálamo sensible yacía dormido, como un caballero hasta ver el castillo donde se encuentra el dragón,tendría que enfrentarme a nuestros choques donde mis emociones cuando querían podían cambiarlo absolutamente todo.
—Dentro de 365 días se la daré—. Afirmé colocándola junto a un diario que tenía desde que fuí diagnosticado hace ya un tiempo.
Estaba pegada una foto de nosotros en el parque Western, pase añoradamente mi mano con suavidad sobre esos rostros felices. Tenían una sonrisa reluciente, totalmente ajena por todo a lo que se verían obligados de enfrentar, coloque la Carta sellandolo.
No pensaba escribir nada más.
Esa estapa había acabado, sus pasajes fueron olvidados igual que un ciervo ignora su espíritu una vez es atrapado por el cazador.
Sentía desvanecerse mi cordura bajo una marcara con labios rojos y rostro contraído firmemente en una apática sonrisa; Si desde un principio tengo sentenciada la idea de esperarlo, ¿Por que cuando la enfermera me propuso esa idea mis hombros dejaron su seguridad frente al edificio?
Antes de una bella Rosa están las espinas.
Ya una vez alguien bastante desfavorecido lo dijo "El humano es solo un cuento de niños usado para no entra al bosque embrujado, no existe tal belleza debajo de una Perla oculta, o Corona favorecida por lo sentidos.... Ellos pueden ser heridos, por ese motivo puede ser derrotados en su propio juego"
Permanecieron mis ojos en vela, contemplando una noche sin estrellas para el hijo de la Luna, así se consideraba. Siendo oculta bajo un reinado donde solo permanece un rostro bonito, para mi era mejor verlo detrás de una noche eclipsada, donde solo unos cuantos elegidos refinaban su paladar justo cuando una redonda esfera brillante se posaba en lo más alto y comenzaba a cantar usando solo el silencio absoluto del auditorio.
La existencia de un Reino mágico solo para quienes aprecian la vida desde ángulos completamente diferente, irrelevantes se creaba. Podemos estar definiendo a un loco.
Quien para él las frutas incluso pueden ser representación de como se encuentra atrapada una araña dentro de su propia tela hecha con seda fina del caracol bailarín.
Ahora mismo estaba sobre una pista de hielo, formando figuras al toque del Hierro cortante y su superficie, pero quien sostiene mi mano no tiene rostro.
Lo solté espantado perdiendo todo contacto con el equilibrio.... Era un mosntruo; mi cuerpo mortal parecía una torre de naipes sin control.
Los amuletos son creencia basadas en cuentos que nadie más cree en su versátil dicha, yo tengo Fé. Donde nadie puede acerle daño se quedó, de lo contrario podría desmoronarse.
—Nos conocemos, pero te daré tiempo— murmure lleno de esperanza endeble.
Su vida llegó ante mi, como una solemne Epifanía celestial, tan efímero que el fauto tiempo te debió alejar de mi para comprender, no eres para siempre.
Lo mejores momentos son capaces de verse igual a una gota de lágrima sobre los cristales, como calidas manchas de pintura que luego desapareceran.
Sé, de mi destino, parece sostenerse como una Rosa al borde de evejecer y acostar sobre una tumba para siempre; sin aliento, marchita, desgastada, su nuevo traje es una farsa. Vivo con filtros a mi alrededor, adorando personas más falsas que el agua dentro de una cerveza fría.
Solté un llanto tras nacer, solo para verlo todo decepcionado.
la alarma sonó y yo aún seguía sentado contemplando el firmamento.
Sin resignación alguna organice todo el lugar; sinceramente solo estaban en desorden un par de zapatos, nisiquiera había manipulado las sabanas.
Siempre Zach era quién obtiene ser el primer para bañarse, sin mucha prisa salí dispuesto a ayudarle a Sally con el desayuno cuando:
—¿Donde estabas? — exigieron tres adolescentes de una misma contextura hechos una muralla fuera de la puerta, tenían sus brazos en posición solida.
—Te han hecho una pregunta Taehyung— reclamo Flannery dando un paso al frente, sacudí la cabeza despertando.
—Disculpen, debí haberlos llamado...
—Claro que debiste hacerlo — esta vez fue Sally.
—Hemos vivido 3 meses juntos, no es mucho tiempo más si lo suficiente para preocuparnos por tí— reclamó Zach indignado.
Apenado pase mi mano derecha por el cabello creciente sobre la frente despejando un poco mi campo visionario, note que las manecillas del reloj avanzaban y el baño estaba libre.
Más ellos vieron las claras intenciones formadas dentro de una cabeza muy atrapada.
—A no— exclamó Flannery usando su peso como contratiempo sobre la pierna—. De aquí no sales hasta darnos una explicación convincente de donde estuviste anoche hasta tan tarde.
—Tu lo haz dicho, seguramente tus calificaciones no bajarán más de lo que ya están con tus faltas—riñeron los demás.
—Esta bién, esta bién— contuve sus desasosiegos—... encontré a Park Ji-Min — confese.
Si de algo estoy seguro es de nunca mentir otra vez, no me diferencio mucho del chico artista el cual me dio la dirección, oculto verdad a su Novio y pago las consecuencias.
Decidí camuflar mis salidas, terminado con un morado como cortesía de Sally.
—¡¿Como te atreves mentiroso?! — gritó enojada.
Estoy esforzándome por remediar las cosas, parece ser más grave.
—¿Debismo haberte dicho todo este tiempo que ella odia esa clase de méritos? —habló para si mismo Flannery observando la escena bastante divertido.
Más rápido que un rayo cayó sobre mi frente una sandalia.
—¡Oye! — me queje sobando el área, primero un ematoma pequeño bastante pintoresco se formo, solo unos cuantos días después pareció crecer.
—Que buena puntería —acompaño Zach retirándose entre risas.
—Suerte para la próxima Taehyung — dijo antes de desaparecer por completo.
—Y yo que tenía un día tan lindo —proteste sacando una bolsa de hielo del refrigerador.
Sacudí la cabeza cuando se derramaron pequeñas gotas del soporte, igual que una cascada incline un poco mi espalda viendolas estrellarse en el suelo limpio.
Si llegaran a congerlarse retractarian idénticamente finas estalactitas de una cueva invernal.
Me pertubaba la paz dentro del cuerpo, las inquietantes sensaciones de ser observado 24 horas seguidas, de camino a clases no había mucha diferencia percibiendo campos minados en cada esquina.
Parecía paranoico.
Miraba siempre detrás de mis pasos.
Incluso llegue a ver huellas sobre la suela ya dejaba de mis zapatos colegiales.
Era un Avantar, movía los controles con destreza evitando ser atrapado, coexistían a mi alrededor millones de trampas. Todo un mundo Virtual; si objetaba alguna defensa sin reenvío sería "Game over"
—¿Dejarias de ver hacia atras? Comienzas a asustarme— exigió Sally. Luego de ver su marca guerrera se siento bastante culpable, fueron dos días sin comunicación absoluta, más ahora que aparento perfil de un asesino en série actua irritante debido a mi comportamiento.
Hace solo unos minutos salimos de la gran cuadra, han sido aproximadamente 34 veces que he mirado el reloj y visto si alguien nos sigue.
¿Podría ser Jimin?
Almenos se hubiera molestado en mandarme un mensaje.
¿Jungkook?
No puede salir de la Clínica.
Se ha creado una inmensa fantasía flotante advirtiendo cada paso, hasta ahora el sol no suele tener pestañas.
—Llegare tarde Taehyung— comenzó a Quejarse, pero mis pies se habían quedado pegados al cemento.
El sendero se mueve, parece agua.
—Taehyung, vámonos— se aferró al cuello de mi camiseta.
Tenía intenciones de seguirlas, pero algo me detuvo de golpe.
—¿Me buscabas? — habló Jeon desde el otro lado de donde me encontraba, era... ¿Real?
Estaba sonriendo.
—Ven conmigo — pidió extendiendo hacia mi persona su mano derecha, automáticame sobre donde permanecía parado como estatua se aligera carga de mis pies.
Pierdo un poco de equilibrio, camino tambaleante, estoy delirando, pero debo ir, avanzó siguiendo ese camino, antes de intentar siento un peso flexible.
—¿A donde vas? El semaforo esta en verde, hay autos pasando — me detiene— ¿Que te pasa? ¿Estas bién?
Forcejeó liberandome.
Veo al músico por todas partes el de la otra esquina se esfumó igual al vamos saliente de un cigarrillo luego de liberarlo.
Mis ojos se ocultan detrás de la córnea dejando todo un sustituto blanco.
Caigo al suelo real, perdiendo toda consciencia.
—¡Taehyung! — escucho que alguién grita, pero yo solo veo oscuridad.
Tu mente puede ser engañosa, cuando crees estar soñando por horas solo resultan ser breves minutos, no recuerdas nada debido a su espontáneidad con los cables conectores entrelazados permanentemente al casco sensorial que llevas hasta la muerte.
Tengo un horrible recuerdo, me encuentro detrás de dos personas sentadas viendo el atardecer, hablan pero yo no puedo oírlos; trato de acercarme pero alguien llega corriendo. Me tomó un segundo para verlo de fuente, de repente sale en mi dirección un reflejo cegador del Sol bloqueando todas las acciones que estaba por hacer.
Mientras trato inutilmente de cubrirme los ojos, veo a las figuras moverse, voy tras ellos pero se esfuman cuando tocó el hombro del más cercano.
Un tornado oscuro nada envolviendo mi cuerpo con su color desapareciendo todo, trato de ver pero ahora sólo hay noche.
Ahora estoy parado en medio de una plaza, esta lloviendo, todos llevan sombrilla, caminan con la cabeza baja, el agua cae sobre mi piel pasando de largo; soy un espectro, es como vivir en otro mundo, un intruso.
¡En mi propia mente!, los recovecos nervios de si mismo debieron atraparon luego de perder el conocminetos, no logre verter logica, tratando de despertar termine aquí
Alarmado buscó una forma de salir inmediatamente.
El semáforo en lo alto cambia, el carril de transeúntes esta disponible, un sujeto con traje cruza corriendo con las manos dentro de los bolsillos de su abrijo a juego por las cebras pintadas.
Entra con prisa en una tienda cercana, una inmensa curiosidad pasa corriendo cerca logrando empujarme me atrae como luz dentro del Fondo marino absorbiendo totalmente mi concentración, muevo un pie tras otro leyendo el título colgante del local "Florería".
De forma innovadora realizó con ambas manos unos vinoculares poniéndolo alrededor de mis ojos para ver lo que hay dentro debido al cristal empañado, ha sido acariciado por el calor del suelo dejandolo con cataratas.
El hombre esta hablando con el vendedor,
Algo en el modo como esta parado me resulta familiar, pasa descuidamente una mano por su cabello húmedo, le indica al hombre el tipo de arreglo florar que quiere.
Lo empaca con cuidado, sobre su eje decora adicionandole cintas color Roja y azul.
El sujeto con traje elegante paga dispuesto a salir, agradece caminando hasta donde me encuentro espiandolo, noto en sus ojos algo peculiar. Un destello conocido, pero no puedo archivero ni saber su localización, igual que algo olvidado, sabes de donde es pero si motivo aparente logras detonarlo. Como teclas de Jade blancas llenas de polvo.
No puede verme.
No soy real en este lapso.
Pero no se consisamente lo que estoy presenciando.
¿Es alguna revelación?
Tranquilamente espera para cruzar.
Sin ánimos decido ir en otra dirección, probablemente sea un hombre común que quiere darle flores a su novia.
El gran reloj construido hace años sobre el edificio "Marketing freedom" comprado por un empresario cambia de manecilla, prosigue a hacer sonar sus Campanas, pero el ruido seco provocado por los frenos de un auto lo interrumpen.
Me vuelvo hacia la derecha para ver, un desastre es captado por mis ojos, el hombre ha sido atropellado, las flores caen sobre su cuerpo muerto para acariciar sus mejillas resbalanzdose lejos.
Con horror corrro para ayudarlo, alguien adelantándose se acerca revisando su pulso.
—Es debil— anuncia sacando rápidamente un teléfono para llamar a la ambulancia, más en lugar de escuchar el tipico ha llamado a la lines de emergencia ¿Que necesita? Percibo un:
—Ha sido atropellado.
El responsable huye, veo la placa forzosamente, más ahora lo importante es aquel hombre, el ramo de Rosas se encuentra unos centimentos de su mano izquierda, tiene en su rojo vivo manchas de sangre, lo veo completamente cubierto con fluidos rotos.
Todo su rostro esta ensangretado, veo al hombre del teléfono girarse en mi dirección, pero no me atrevo a decir nada, tampoco puedo decir algo coherente debido a la conmoción; las palabras se han escapado.
Una ambulancia llega.
Pero no he visto a nadie llamarle.
La gran masa de personas que se formó tras ver el accidente comienza a esparcirse.
Mientras los paramédicos ingresan al hombre de las flores veo su rostro.
Y un balde de agua fría me congela los huesos, un gran dolor ahuyenta el oxígeno.
Grito con todos mis fuerzas pero nadie me escucha, peor, yo tampoco me escucho.
Una débil linterna de reojo se asoma quemando los rastros de la ahoganía indefinida, no sé que significa, pero como un cantaro cansado de beber sin lograr saciarse bajo mis pies ya no hay suelo firme, y entonces siendo testigo me muevo ágilmente sobre todos los presentes tratando de llegar a las puerta del vehículo.
Un gran agujero se abre en el suelo, doy un paso en falso cayendo.
Despierto con la sensación de estar en caida libre, primero calmo mi respiración agitada mirando alrededor desesperadamente.
¿Donde estoy? —cuestiono silenciosamente solo para oírme.
Esta vez si es real.
Nada de juegos terroríficos.
Siento alcelerado el corazón cuando llevó una mano con cuidado al pecho sobre su lado izquierdo.
—"Se sintió muy real"— confieso mentalmente.
Lleno mis pulmones con suficiente aire respirando calmadamente.
Tengo inyectadas bajo mi piel cables particulares.
Un monitor sobre la cabeza manda ondas sonoras del estado actualmente formidable ritmo cardíaco, frunzo el ceño al verlas tan inestables.
Hay un gotero a su lado, se mueven en Tic Tac jugando con el segundero y puesta del Sol ambientados.
Trago saliva pasando un líquido insípido sobre una áspera lija resultado de no haber bebido nada en las últimas horas, mi lengua compite con un desierto sin oasis. Alucinando, Percibiendo de manera anómala un estímulo real, en los engaños perceptivos no hay uno creciente que desencadene el proceso.
Estaba claro que ese chico captado por todos los sentidos auditorios no eral real, pero ¿Y el del sueño?
Fueron uno solo.
Mis neuronas cambiaron de dirección.
—Nos volvemos a encontrar — dijo de forma informal un claro conocido.
—Hola doctor — salude viéndolo friccionar sus pálidas manos para luego dejarlas descansar dentro de los bolsillos que contiene su bata.
—Una chica te trajo pero debió salir de nuevo — explicó permaneciendo a una distancia prudente.
—¿Que paso? —quise saber, aunque recordaba haber visto desde la otra barrera a Jungkook llamandome, para luego verme siendo atropellado posteior a una compra de Rosas.
—Estas comenzado a evaporarte — respondió.
—¿Que?
Sacudió sus hombros.
—Ya hablamos de eso — rectificó pesadamente, no parecía muy contento de verme otra vez dentro de sus localidades.
A estas alturas estar de nuevo aquí, no traía buenas noticias.
—¿Le has dicho a alguien de esto? — cuestione precipitadamente, mis padres no podían saberlo, menos Yoongi.
Negó varias veces haciendo énfasis con su rostro.
—No, he seguido al pie de la letra tus indicaciones, desde hace 3 años.
—Por que sabía que batalla estaba por enfrentar — agregue con franqueza — algo no andaba bién, siendo un niño reconocí su mirada perdida cuando confesó.
Me puse de pie sintiendo vértigo al buscar los zapatos, se fue tan rápido como llegó, solo cabía dentro de mi pecho en ese momento mucho coraje.
—Usted dijo "Ahora todo esta bién, de tu cuerpo hemos extripado él cáncer, ahora tendrás una vida normal " Pero no puedes aplastar esa clase de enfermedad como si se tratara de una gripe cualquiera — insistí—Muchas personas han vencido el cáncer, lo sé, pero también con anticipación me he informado de que nisiquiera la guerra ha matando tantos inocentes.
—Tenía las mejores intenciones cuando trate de curarte — defendió.
—El cementerio esta lleno de buenas intenciones doctor — sentencie saliendo de la habitación.
Cambie la vestimenta del edificio por la que hace unas horas llevaba puesta antes de desmayarme, cuando estaba inclinandome sobre el lavamanos del baño para beber agua sentí una puntada dentro de la espalda baja.
El dolor era agudo.
Algo se movió provocando un alarido por mi garganta, sentia mi piel estirarse, romperse e incluso me abrumo su fuerza; fueron microsegundos, pero mas bien se trasformaron en horas completas.
Con fuerza me sostuve del soporte logrando ponerme de pie, con fuerce cerré los ojos concentrandome en el dolor.
Volví a abrirlo viendo la salida demasiado lejana.
Regresé al condominio dispuesto a no levantarme más en todo el resto del día.
¿Vere a Jungkook? — pensé.
Era bastante irónica mi situación, un cáncer de leucemia ahora estaba respirando libremente por todos mis órganos; las quimioterapias, radiaciones y demás solo lo ahuyentaron de su casa, habita dentro de mi, ya parece que estoy hecho de él.
El tejido dentro, la masa que me sostiene, ahora es su alimento, no tardará en aburrirse para buscar más dentro del súpermercado intestinal.
—La médula esta avanzando, se llena cada vez más de cáncer, almenos debo enviarle la carta— rogaba por dentro, pero ahora no podía moverme.
Sudaba frío.
Deje de luchar con el cansancio, me invadio el sueño empezando a cerrar los ojos.
Todo ese año fue agonizante.
Cada jonrón inmovilizaba mis piernas hasta el grado de necesitar ayuda para moverme de un lugar a otro, compre muletas temporales; los chicos evitaban hacer algún comentario con relación a ese tema, me dolía aun más que sus miradas consoladoras.
Llegaba a estar encerrado dentro del cuarto mirando por la ventana escuchando música, sú música.
Las luces pálidas de la ciudad ambientan toda su Fuatilidad, generando un hado en el cielo luciendo su lado egoísta, la versión de un cuento sin final.
Mejore mi rendimiento siendo el mejor de la clase, obtenía burlas debido a mi condición, pero no me detenían; debía conseguir esa casa, para dársela a Jung.
Bajo testamento poseía la casa que sus padres le dejaron, más ¿Quien quisiera estar en un lugar donde ya la ausencia de tus padres ahora deambulan como fantasmas?
Pensé en visitar a mis padres por última vez, pero verlo de nuevo retrasaba todo plan.
Mi hermano.
Hoseok estaba lejos.
Dentro de 3 años volvería, ya habia pasado ese límite, pero no sabía que hora.
Tomaba pastas para el dolor.
Retenían unos momentos sus choques, pero no siempre funcionaban.
—¿Vas a salir? — pregunto Sally viéndome cerca de la puerta.
—Así és — respondí esforzandome por abrirla.
—Yo te ayudó — se ofreció Zach.
Agradecí sacando ambas amuletas, bajo el buso color blanco con una gran Mancha de pintura sobre si descansaba la carta.
Estaba dedicado a envisela.
Una última charla con el doctor Stevenson me dejó claro que si sobrevivía al mañana era un milagro, pronto el cáncer se esparciria por las válvulas del corazón deteniendolo por completo.
Sería una muerte cerebral.
La directora invocó mi nombre antes de salir de la Universidad, primero habló sobre mi enfermedad, estába a solo escasos céntrimetros de irme.
Ultitmsmente solo ven la madera que cargos a ambos lados de mi cuerpo.
Luego de hablar empaque mis cosas saliendo del condominio, los chicos me ayudaron.
—Gracias — dije antes de entrar.
Sally me veía con ojos acuosos.
La abrace olvidando lo mucho que me doleria, más ella tuvo cuidado.
—Te quiero mucho.
—Y yo a tí.
—¿Eh?— reclamó Flannery.
Me reí soltando a una sensible chica.
—A todos los quiero — corregí.
—Exacto, te vamos a extrañar — agregó Zach.
—Pero si voy a seguir viéndolos— repare debido a su exageración.
—Si, pero ya no nos vamos a ver recién cante el gallo en las mañanas — acertó.
Sonreí asintiendo.
—Pero si no tenemos gallo, lo que te despierta es saber que seras el primero en bañarte — todos lo regañaron dándole suaves golpes en la espalda.
Me despedí haciendo malabares cuando se subieron al vehiculo.
Fuí a la empresa de correos pidiendo enviar la Carta.
—Dirección— pidió la Secretaría, revise su nueva ubicación proporcionandola Correctamente.
—¿Puedo pedirle un favor?
—Claro — aseguró amablemente.
—Que esa entrega sea dentro de unos meses.










Comentarios